Por LUCAS MONTANER, Profesional del Real Club de Golf de Sevilla
La mayoría de los jugadores amateurs dan mucha más importancia a sus golpes y a la técnica que al conocimiento de las Reglas del golf. Pero si todos fuésemos conscientes de los golpes y los problemas que nos podemos ahorrar conociéndolas, seguro que dedicaríamos todas las semanas unos minutos a estudiarlas…
Lo primero que hay que tener en cuenta: el desconocimiento de ciertas Reglas puede llevarnos a ser penalizados o, incluso, descalificados. Y lo que es peor: pueden llegar a tacharnos de tramposos cuando es posible que no quisiéramos conscientemente hacer trampas. No se puede caer en el error de decir "no lo sabía" para justificar nuestros actos. El desconocimiento de las normas (de las Reglas del golf, en este caso) no exime de su cumplimiento y debemos asumir esa responsabilidad cuando jugamos un campeonato o una partida rutinaria. Dicho esto, podemos pasar a ver algunos ejemplos en los que el conocimiento de las Reglas puede beneficiar nuestro juego y, por tanto, al resultado de nuestra tarjeta.
1. Cuando se declara una bola injugable demasiadas veces vemos como se acude a la posibilidad de dropar dos palos sin ganar distancia a bandera y con un golpe de penalidad. Pero en muchas ocasiones la situación de la bola no mejora notablemente (al estar entre arbustos, por ejemplo). Y existe otra opción: dropar hacia atrás todo lo que queramos en línea con la bandera, también con un golpe de penalidad, por supuesto, pero posiblemente encontrando un lugar que nos amplie las posibilidades de tiro. Y otra opción más: sencillamente, repetir el golpe que nos llevó a una zona injugable, también con un golpe de penalidad.
2. Después de irnos al agua en zona de barras rojas (agua lateral) también se puede ir uno todo lo que quiera hacia atrás en línea a bandera en lugar de dropar con dos palos. Incluso se podría dropar al otro lado del obstáculo de agua lateral, a una distancia equidistante con la bandera del punto por donde entró la bola al agua.
3. He llegado a ver jugadores golpeando a la bola casi encima de un aspersor, una papelera o un banco, o bien dificultados en su 'stance' por esos mismos obstáculos, cuando en realidad puedes aliviarte sin penalidad al tratarse de obstrucciones inamovibles.
4. Es muy importante leer las reglas locales. Hay varios ejemplos que lo aconsejan. El reglamento general del golf, sin ir más lejos, no te permite quitar las piedras en los búnkers (impedimentos sueltos), pero a veces la regla local te lo permite. Otro ejemplo: hay reglas locales que te dan la opción de aliviarte sin penalidad cuando tu bola reposa en el alcorque de un árbol. Y también en los caminos…
Conclusión final: el mundo de las Reglas del golf es en realidad apasionante. Hay que pensar lo satisfactorio que resulta que un librito contemple todos los dilemas de un deporte tan inestable y que se practica en escenarios tan absolutamente heterogéneos. En los campeonatos, además, hay jugadores marcadores que interpretan el reglamento 'de aquella manera' y hay que estar preparados. Si no es con un conocimiento exacto de todas las Reglas, si al menos llevando siempre en la bolsa un libro de reglas y, sobre todo, sabiéndolo manejar para poder debatir la situación y rebatirla si es necesario.
