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Erundino Alonso: un lobo con piel de golfista

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Erundino Alonso, concursante de Boom con Los Lobos.

Con pausa, educación, mesura y escogiendo siempre con tino sus palabras, Erundino Alonso se ha tirado más de dos años en la televisión ejerciendo de “señor Lobo” en Boom, el célebre concurso de Antena 3 presentado por Juanra Bonet en el que, bien escoltado por sus compañeros Valentín Ferrero, Manu Zapata, José Pinto y Alberto Sanfrutos, ha emulado al inolvidable personaje de Harvey Keitel en Pulp Fiction. Por fortuna para él, los problemas a los que se ha enfrentado en Boom han sido bastante menos truculentos que los que tuvo que resolver Keitel en la película y, por otro lado, en este largometraje (de 505 programas, nada menos) los protagonistas han salido muy bien parados gracias a sus esfuerzos y conocimientos. Un día después de que Matthew Wolff, otro “lobo”, se impusiera en el 3M Open del PGA Tour, Los Lobos de Boom se adjudicaban el mayor premio jamás otorgado en un concurso de televisión, una cifra que supera los 6,6 millones de euros entre el bote y el montante acumulado hasta ese momento. De Erundino, además, fue la última respuesta que sirvió para desactivar la bomba final.

Erundino Alonso, en el extremo izquierda, antes de responder la pregunta que daría a Los Lobos el mayor premio de la historia de la televisión.

Con la satisfacción por el deber cumplido, como dice el topicazo, y después de una semana de exposición mediática extrema, Erundino ha tenido la amabilidad de atenderme para hablar de concursos y golf. Nuestros caminos se cruzaron hace tres años en Saber y Ganar y, desde entonces, hemos mantenido una relación intermitente pero más que cordial, con lo que entenderán que para mí haya sido un placer disfrutar del triunfo de Los Lobos y charlar de concursos y de golf, un deporte al que es aficionado (aunque no lo practica), con este ingeniero de montes todoterreno.

En la alineación de Los Lobos siempre habéis contado con un foursome espectacular (Erundino Alonso, Valentín Ferrero, Manu Zapata y Alberto Sanfrutos en la última etapa, y antes, José Pinto en lugar de Alberto). Si nos vamos al terreno golfístico, ¿con qué cuatro jugadores querrías compartir partido?

Sin duda, escogería a Seve en primer lugar. A continuación, a Jon Rahm, de quien considero que podría llegar a ser su alter ego en la actualidad. También me gustan mucho Phil Mickelson y Nick Faldo. Y, por supuesto, si me dejas ampliar el grupo para que sea un quinteto, como Los Lobos, incluyo a José María Olazábal.

Habéis librado 505 duelos contra otros equipos, a los que habría que sumar los programas especiales. ¿Cuáles han sido vuestros rivales más aguerridos?

Desde luego, han sido muchísimos match-play. Recuerdo un equipo de jóvenes médicos murcianos que nos cogieron en el momento óptimo de rendimiento, cuando tu cabeza está funcionando al máximo y sin interferencias. Eran buenísimos y llegaron a sumar 5.000 puntos contra nosotros. Luego, me acuerdo de otro equipo que se llamaban Semi-latus rectum, que es un término geométrico, también buenísimos y supermajos, y de hecho mantenemos cierto contacto con ellos. Recuerdo que uno de ellos, al terminar el concurso, tenía que hacer una entrevista laboral por Skype con la NASA. También recuerdo a otro grupo que se llamaban Love of Lobos, una especie de adaptación de Love of Lesbian homenajeando nuestro nombre, y también eran muy potentes.

«Me acuerdo perfectamente de que Seve Ballesteros ganó su segundo Masters la misma noche en que Garci ganaba el primer Oscar para el cine español a la mejor película extranjera por Volver a empezar, en abril de 1983»

Decía Plauto aquello de Homo homini lupus, o sea, que el hombre es un lobo para el hombre. Por extensión, ¿es el concursante un lobo para el concursante?

Debe serlo. Si no, algo falla en el concurso. Por supuesto, con caballerosidad, deportividad y educación, pero el concursante tiene que ir a ganar.

Además de sus palos, los golfistas tienen diferentes armas en su arsenal y algunos destacan por su potencia, por su juego corto o por la precisión con los hierros. ¿Cuáles eran tus mejores bazas en el concurso?

Como tema general, me encanta la geografía, aunque no quiere decir que sea bueno en geografía. Conceptualmente, me parece una materia superlimpia. Se me dan bien los temas relacionados con la biología y la naturaleza, los deportes (y dentro de los deportes, el tenis) y la historia. Evidentemente, cuantos más temas te interesen, más posibilidades tienes de éxito.

«Yo diría que Boom puede parecerse al U.S. Open, por su carácter imprevisible y por ser muy duro de pelar»

Y cambiando de tercio y de ámbito, ¿cuál es tu campo de golf preferido?

Augusta National tiene un encanto difícil de replicar, aunque los links de las islas tienen sabor e historia. Si me tengo que quedar con uno, Augusta National, y me gusta especialmente el hoyo 15, el último par 5.

¿Cuál es tu primer recuerdo golfístico? ¿De dónde te viene la afición por el golf?

Me acuerdo perfectamente de que Seve Ballesteros ganó su segundo Masters la misma noche en que Garci ganaba el primer Oscar para el cine español a la mejor película extranjera por Volver a empezar, en abril de 1983.

Siguiendo con los símiles golfísticos, si por antigüedad e historia Saber y Ganar tal vez sea el Open Championship de los concursos en España, el major con más solera, ¿cómo catalogamos a Boom?

Yo diría que puede parecerse al U.S. Open, por su carácter imprevisible y por ser muy duro de pelar. También se suma a su mística que ningún español haya podido ganarlo.

Decía Bobby Jones que el golf se juega básicamente en un campo que mide cinco pulgadas, es decir, el espacio que hay entre una oreja y otra. ¿Es aplicable lo mismo a los concursos?

Sin duda, me parece una comparación perfecta. En esas cinco pulgadas caben muchas teclas que hay que tocar en el orden adecuado. No se trata únicamente de tener conocimientos, sino también saber manejarlos, saber activarlos… Tienes que dominar los nervios, dar forma a tu carácter para ofrecer un cierto perfil televisivo. Tienes que estar renovándote en todos los sentidos, estar muy despierto… Son muchas teclas las que caben en esas cinco pulgadas… Es como un teclado de piano comprimido en ese espacio.

Como curiosidad, ¿qué jugadores se han cruzado en vuestro camino hacia el bote?

De golf no nos han preguntado mucho, aunque me hubiera gustado. Hace relativamente poco nos preguntaron en una bomba final quién fue el ganador más veterano de un U.S. Open (Hale Irwin), y también ha salido Gary Player como jugador que más veces ha participado en un Masters de Augusta. Las dos veces estaba eliminado en la bomba dorada y no pude meter baza.

Magnífico en Saber y Ganar, récord Guinness de estancia en un concurso televisivo y también récord de premio obtenido y un montón de marcas más… ¿Cuál es la próxima chaqueta verde?

Está por ver si habrá alguna otra chaqueta verde. Ahora estoy disfrutando y creo que a los cuatro Lobos nos pasa lo mismo, ya que no nos gusta cualquier concurso. Habrá gente que piense que los concursos son fáciles, pero no es así. Llegar y hacerlo bien es muy complicado, e igual vamos a otro y la fastidiamos. De todas maneras, un concurso mítico al que me gustaría ir algún día, si alguien recupera el formato, es Cifras y Letras. En mi casa siempre pensaba que tenía que ir, pero no me animaba a escribir. Me parecía que era muy difícil ir a los concursos, y me pasó igual con Saber y Ganar, hasta que un día se me ocurrió escribir y, aunque tardaron en llamarme, me llamaron, con lo que descubrí que las puertas estaban abiertas para todos. Si se reeditara ese formato, Cifras y Letras, sin duda.

«Un concurso mítico al que me gustaría ir algún día, si alguien recupera el formato, es Cifras y Letras»

Volviendo con los iconos golfísticos, ¿chaqueta verde o jarra de clarete?

Sinceramente, la chaqueta verde. Me parece más pura la jarra de clarete, y los links, y el Open Británico, pero el Masters de Augusta tiene algo especial. Conceptualmente me gusta más el golf en las islas, pero me quedo con la chaqueta verde.

«No he tenido la ocasión de practicar golf, pero me hubiera encantado. Además, sé que hay muchos golfistas profesionales que han confesado abiertamente que su afición favorita es la pesca, algo que no se da en otros ámbitos deportivos, y eso hace que sienta más afinidad por ellos»

El golfo de Botnia, la pregunta que respondiste y con la que os llevasteis el bote en Boom, ha sido tu hoyo en uno particular (y en el 18 y para ganar el torneo), pero ¿recuerdas con cariño alguna otra respuesta?

Sí, recuerdo unas cuantas. Por ejemplo, cuando nos preguntaron por el himno no oficial de Australia, el Waltzing Mathilda, o sobre un hecho muy curioso sobre los satélites de Marte, Fobos y Deimos, que los describieron Jonathan Swift y Voltaire antes de que la ciencia los descubriera. Esa pregunta salió y la sacamos. Una historia muy chula la de los satélites de Marte y estos dos genios.

Las cualidades de un buen golfista son variopintas, pero ¿cuáles son las cualidades de un buen concursante?

Un concursante debe tener una base de conocimientos muy amplia, pero, sobre todo, debe ser capaz de movilizar lo que tiene en la cabeza. Esa quizá sea la cualidad que tiene más valor, aunque no se le preste mucha atención. Uno tiene muchos más conocimientos de los que cree y hay que saber movilizarlos, dejando que la intuición forme parte de las respuestas. Alguna vez te he oído a ti decir que un concursante es un océano de conocimientos de medio centímetro de profundidad y estoy de acuerdo, pero no del todo. Con algunos datos puede que no seas capaz de ir más allá porque los has memorizado, pero con muchos otros sí puedes desarrollar una conversación. Si te preguntan por el defensor del pueblo de la Unión Europea puedes recordar su nombre [Emily O’Reilly, añade Erundino sin despeinarse, ya que llevaba mucho tiempo esperando a que saliera la pregunta y al final no surgió], y no tiene más chiste que saberse el nombre, pero más allá de las cuestiones puramente memorísticas, a mí sí me apetece saber qué hay más allá de las respuestas, ya sean de geografía, o de historia, o de cualquier otra materia. Además, eso consolida los conocimientos. Si no sabes más que ese dato, al cabo del tiempo acabará desapareciendo, pero si lo fundamentas con un contexto, es muy posible que lo conserves.

«Un concursante debe tener una base de conocimientos muy amplia, pero, sobre todo, debe ser capaz de movilizar lo que tiene en la cabeza»

En tu vida priman las actividades al aire libre, tanto en el aspecto laboral (desempeñando tu trabajo como ingeniero de montes para la Junta de Castilla-La Mancha) como de ocio, ya que eres un gran aficionado a la pesca, por ejemplo. ¿Cuándo te vemos en un campo de golf?

Creo que ese tren ya pasó, aunque creo que habría sido uno de los deportes de mi vida porque me encanta. No he tenido la ocasión de practicarlo, pero me hubiera encantado. Además, sé que hay muchos golfistas profesionales que han confesado abiertamente que su afición favorita es la pesca, algo que no se da en otros ámbitos deportivos, y eso hace que sienta más afinidad por ellos. En cierto modo el swing de golf tiene algunos elementos en común con el “cast”, es decir, el lanzamiento en la pesca a mosca. En cualquier caso, nunca es tarde, así que tampoco lo descarto.