Como ha descubierto a su pesar más de un personaje público que ha visto como los fantasmas de su pasado internáutico resucitaban a causa del celo censor de algún arqueólogo digital, las publicaciones acumuladas en nuestras redes sociales pueden tener doble (o triple) filo. Una de las funciones más curiosas de Facebook es «Un día como hoy», que se dedica a rescatar publicaciones hechas en un día determinado del pasado y te ofrece la posibilidad de volver a compartirlas con tus seguidores. Vienen a ser una especie de reverso digital de los vanitas del barroco, aquellos cuadros con motivos macabros y poblados de calaveras y esqueletos que servían de memento mori, es decir, que nos recordaban nuestra mortalidad. El invento este del demonio solo nos recuerda que somos más viejos… aunque los ecos del pasado suelan ser agradables.
Hoy, Facebook me ha recordado que el año pasado iba de camino a Sant Cugat, donde grabé un especial por el vigésimo aniversario de Saber y Ganar
Les pongo un ejemplo: hoy, Facebook me ha recordado que el año pasado iba de camino a Sant Cugat, donde grabé un especial por el vigésimo aniversario de Saber y Ganar; que ese mismo día subí un par de viñetas de tebeos que me da por publicar de vez en cuando en Instagram (concretamente de Crepúsculo, de Pascual Ferry, y Un contrato con Dios, de Will Eisner); que también puse un recordatorio de emisión de un Locos por el Golf, programa que hasta septiembre pasado presentaba en Movistar Golf con mi adorado Carlos Palomo; y que me dio por incluir una efeméride curiosa sobre Alfonso IX de León que me ahorro para que no me llamen friki. Pero Facebook también me ha recordado que justo el año pasado publiqué en Golf Digest una columna titulada El carro de Jon Rahm en la que me mostraba muy crítico con la actitud de la RFEG con respecto al Open de España, que finalmente no se celebró en 2017.
Rescatando el concepto griego de kairós (sí, por aquel entonces yo ya era igual de repelentín y marisabidillo), una noción que aunaba el sentido de la oportunidad y la capacidad de adaptación, en aquella columna indicaba que era un error de bulto darle la espalda al Open de España y no aprovechar el tirón de la irrupción de Jon Rahm en el panorama internacional. Luego llegó la victoria de Sergio García en el Masters y la espectacular temporada del resto de los españoles, con lo que la ausencia del torneo en el calendario fue aún más dolorosa.
Sin embargo, justo un año después se acaba de confirmar que tendremos Open de España del 12 al 15 de abril en el Centro Nacional de Golf, una magnífica noticia se mire por donde se mire. Huelga decir que, en primer lugar, hay que agradecer el esfuerzo al European Tour, que sufragará la parte del león de la financiación del torneo para poner una fecha más en el calendario en territorio continental, pero no hemos de olvidarnos de las contribuciones de la RFEG y de la Federación de Golf de Madrid, amén de las aportaciones que hagan los patrocinadores privados.
La opción del Centro Nacional de Golf, un campo público y cercano, es la más adecuada para que el torneo llegue al mayor número posible de espectadores aunque no convenza a más de uno en el plano deportivo
Aunque ya han saltado las primeras voces críticas con el escenario escogido, la opción del Centro Nacional de Golf, un campo público y cercano, es la más adecuada para que el torneo llegue al mayor número posible de espectadores aunque no convenza a más de uno en el plano deportivo. Es una cuestión de geografía y accesibilidad, y no hay más que recordar el público que acudió a La Hípica para ver el desenlace del Madrid Masters de 2010. Y eso que el título se lo llevó Luke Donald y que en la zona alta también estaban jugadores de la talla de Francesco Molinari, Graeme McDowell o Álvaro Quirós, a quien le sobró la última jornada para pelear por el título. Nada que ver con la multitud que acudió al Centro Nacional el año anterior para disfrutar con las evoluciones de Sergio García, Miguel Ángel Jiménez y Álvaro Quirós, entre otros, aunque al final el título se lo adjudicara el inglés Ross McGowan. Además, el notable esfuerzo que tendrán que llevar a cabo los responsables del torneo para acondicionar el Centro Nacional de Golf redundará en beneficio de todos aquellos federados que jueguen el campo en los meses subsiguientes, un efecto que se hubiera difuminado si el Open llega a recalar en un club privado de acceso más limitado para el golfista medio.
Ojalá dentro de 365 días, cuando Facebook me recuerde esta publicación, sepamos a ciencia cierta que también habrá Open de España en 2019
Evidentemente, una vez confirmado el torneo toca asegurar el mejor plantel posible, y ante las previsibles ausencias de Miguel Ángel Jiménez y Sergio García, los promotores y organizadores tienen que hacer lo necesario para que el resto de los golfistas nacionales acudan a la cita, empezando por el número dos del mundo, Jon Rahm. Su presencia supondría un impresionante espaldarazo mediático, comercial y deportivo para el torneo, y un magnífico reclamo para que el regreso del Open de España no sea flor de un día… o de un año. Ojalá dentro de 365 días, cuando Facebook me recuerde esta publicación, sepamos a ciencia cierta que también habrá Open de España en 2019.
