No sé muy bien ni por dónde empezar. Qué cuatro semanas. Qué catarata de emociones, de alegrías, de momentos increíbles. Creo que nunca he estado más feliz y más agotado emocionalmente que tras la victoria en el Farmers. Sí, estoy contento. Muy contento. Imaginaros. El objetivo de toda una temporada lo he conseguido en el segundo torneo del año y se me plantea un calendario mucho más divertido. No se puede pedir mucho más.
Han sido cuatro semanas tan intensas, sobre todo después del triunfo, que no he tenido casi ni tiempo para pensar en lo que ha ocurrido. Qué alegría. Me han pasado muchas cosas bonitas y emocionantes. Si tuviera que elegir algo me quedaría con dos instantes.
El primero fue nada más ganar. El abrazo con mi aita. Fue impresionante ganar y tener a mi padre ahí, a mi lado. Además, hacía tiempo que no me veía ganar un torneo en directo. La última vez creo que fue en el Campeonato de España en Laukariz, pero claro, esto es bastante distinto. Fue muy especial. No hemos tenido tiempo ni para tener una charla tranquila, pero ese abrazo para mí queda.
El segundo momento que tengo grabado a fuego fue en el primer hoyo del Waste Management Phoenix Open. Ahí estaba yo, junto a Jordan Spieth y Rickie Fowler, a punto de salir a jugar y me presentaron como campeón del PGA Tour. No pude evitar soltar una sonrisa. Fue muy bonito. Además, que me pasara con dos jugadores tan grandes como Spieth y Fowler es increíble. Son encantadores. Los dos me dieron la enhorabuena y sobre todo comentaron el putt de eagle del 18 de Torrey Pines. Rickie me dijo: «la primera es la más difícil. Yo tardé tres años en conseguirla». Fue un gran momento.
Os quiero contar cómo viví yo el putt de eagle. Tremendo. Desde que tiré el putt hasta dos minutos después, cuando ya estaba bebiendo agua junto a la bolsa después de haber embocado, no recuerdo nada, creo que dejé la mente en blanco. Es más, en la tele vi que cuando al putt le faltan aún cuatro metros para llegar al hoyo me muevo para ponerme detrás de la línea y, sinceramente, no recordaba haberlo hecho…
Nada más ver dónde estaba la bola y lo que me quedaba hasta el hoyo le dije a Adam, mi caddie, ya me puedes ir diciendo qué va a pasar en ese putt porque me parece tremendo. Eran 20 metros. Tenía una mezcla de sensaciones. Estaba nervioso, me temblaban las manos de la tensión, pero Adam lo vio claro. Me dijo que al principio caía hacia la derecha y que, sobre todo, la bola tenía que llegar a la cuesta, que después ya llegaría sola al hoyo. A mí me pareció que al final caía hacia la izquierda y lo confirmé con él. Me dijo que la bandera estaba un poco más cerca del búnker que otros años. Con la otra posición el final del putt era recto, pero con ésta caía un poco a la izquierda.
De los últimos cuatro metros ni me acuerdo… Tenía la mente en blanco. Yo creo que hasta en la tele se puede ver que tengo los ojos abiertos como un búho. Veía que iba hacia el hoyo y no me lo creía. ¿De verdad? La bola se movía mucho por la hierba de poa y no sabía que iba a pasar… En los últimos 10 centímetros dio un último giro hacia a la izquierda. No sé por qué. No sé si era la caída, una pisada, la poa, una marca o qué… Da lo mismo. El caso es que entró. La locura.
No sabía si había ganado. De hecho, no había ganado. La gente me felicitaba, pero yo intentaba mantener la calma. Recuerdo que lo primero que hice consciente fue mantener la marca de la bola y el arreglapiques en el bolsillo. Era mi manera de recordar que no había terminado el torneo. Tenía que esperar. Me movía hacia todos lados en el putting green, no sabía muy bien qué hacer porque tampoco veía lo que pasaba en el campo. Quedaban hoyos para el resto y podía perder o ir al playoff. Fue un tiempo muuuuuuuuy largo. Alegría total.
Ha sido un inicio de año espectacular. También es muy importante haber ganado con todo nuevo en mi bolsa: los catorce palos y la bola. Estoy encantado con el nuevo material de Taylormade, aunque si tuviera que elegir los mejores ‘fichajes’ del año son, sin duda, el putter y la bola. Tiene menos efecto y me ayuda muchísimo a controlar el ‘spin’. Estoy pegando buenos hierros, pero la bola TPX5 tiene mucho que ver.
Por supuesto, quiero aprovechar para agradecer a todos el apoyo que me habéis brindado. Este triunfo también va por todos vosotros. Yo trato de estar siempre centrado en el torneo y la competición, pero me llega el calor y os lo agradezco mucho. Sé que habéis estado muy pendientes, lo he visto en las redes sociales y los comentarios. Me encanta que se hable de golf y que se viva tanto el golf en España. Creo que es bueno para todos. Gracias de verdad.
