Las sensaciones de la primera parte de la temporada en general son buenas. He conseguido sumar 50.000 puntos a falta de dos torneos para llegar a Europa, y me gusta el nivel de juego que estoy teniendo, buenos drives, y muy buen juego corto.
También he sido muy consistente durante un mes y medio, y he sido capaz de hacer alguna vuelta baja.
Aparte de eso, los últimos dos torneos he arrastrado una mala actitud, que se empezó a notar en Sudáfrica, cuando a falta de dos hoyos mandé la bola al agua con un pitching wedge.
Eso me hizo entrar en una mala dinámica de actitud, y lo he ido pagando en Marruecos y la última vuelta en Shenzhen, donde cualquier fallo me hacía enfadar e ir a peor.
La causa de esta situación ha sido empezar a pensar en la tarjeta y los puntos que se necesitan para conseguirla, en vez de pensar sólo en disfrutar cada torneo y estar bien en el campo.
Pero me alegro de haberme dado cuenta ahora, que quedan un montón de torneos por delante, empezando por el de esta semana en Shanghai.
Hay un tema que me hace especial ilusión: la candidatura de Barcelona-Costa Brava para la Ryder del 2022.
Hace algunas semanas que la comisión de la Ryder fue al campo donde juego, PGA Catalunya, y creo que quedaron muy contentos con el proyecto.
Sé que será muy complicado obtener una Ryder, pero sería espectacular para todo el territorio de Girona-Costa Brava.
Desde aquí aprovecho para mandar todo mi apoyo a las instituciones que lo pueden hacer posible, y agradecerles el trabajo que están haciendo hasta ahora.
