Chaquetas verdes

“Puede ser un héroe lo mismo el que triunfa que el que sucumbe, pero jamás el que abandona el combate” (Thomas Carlyle)

Rostro frío, preocupado, mirada algo perdida. Nunca ha sido la alegría de la huerta, pero hay tristeza en sus gestos. Estamos en Sudáfrica –BMW SA Open– y justo a nuestro lado se coloca el ganador del Masters de 2008, Trevor Immelman. El sudafricano ganaba en Augusta National 30 años después de que lo hiciese el mítico Gary Player.

Está en casa, arropado por los suyos, pero está “solo”. La expectación que un día generó con su juego y sus triunfos parece que ha desaparecido. Immelman cuenta en su palmarés con una victoria en el PGA TOUR (Cialis Western Open 2006), cuatro en el Circuito Europeo (South African Airways Open 2003, South African Airways Open 2004 y Deutsche Bank 2004), además de la citada “Chaqueta Verde”. Cinco triunfos de peso que parecen haber desaparecido de un plumazo.

Le observo, como el que observa a uno de sus ídolos de juventud. Frío como el hielo, muy pendiente de los gestos técnicos. Su swing parece que ha cambiado algo en los últimos años en busca de esa chispa que le devuelva, más o menos, al lugar en el que un día estuvo. Su primera vuelta de +7 habla a las claras de que algo no está funcionando. Y es duro, muy duro, ver a un deportista que ha estado en la cúspide –ganar un Masters puede ser lo más grande a lo que aspira un golfista- y que sin embargo no encuentra la manera de darse una chance con los mejores.

Si echamos un vistazo a sus últimos resultados veremos el “drama deportivo” por el que está pasando. Hay que irse hasta el mes de marzo de 2017 para encontrar su último corte en el Tour Europeo. Fue en el Tshwane Open (71, 70, 69, 69), donde finalizó en el puesto 29. Doce torneos disputados y solo uno sumando. Muchas vueltas de 76 y algún chispazo bajo par. Desde 2014 hasta la fecha ha disputado un total de 81 torneos con un balance de 58 cortes fallados.

Y unos metros por delante hace su aparición otra “chaqueta verde”, Mike Weir. El canadiense es otro que está desaparecido en combate. También se le ve experimentando: a la pata coja, con una mano, son algunos de los ejercicios que practica justo antes de iniciar la vuelta.

No es un caso tan extremo como el de Immelman, pero el ganador del Masters de 2003, del WGC-American Express Championship de 2000 y de seis torneos más en el PGA Tour, tampoco atraviesa su mejor momento. Nueve torneos disputados en 2017 con un balance de dos cortes pasados (Fiji International y Rocco Forte Open). En 2016 tampoco le fueron mejor las cosas. De trece torneos que disputó solo llegó al fin de semana en dos ocasiones. Esta semana, al igual que el sudafricano, se quedaba fuera del corte con dos vueltas de 73 golpes.

En diciembre terminaba decimoquinto en el Australian PGA Championship (73,69,71,67). Un resultado que deja atisbos de cierta mejoría.

Evolución mundial

Pero si hay un dato que lo dice todo ese es el del Ranking Mundial. Mike Weir está en el puesto 1275 mientras que Trevor Immelman ocupa el 1928. Si buscamos sus mejores posiciones en este ranking os daréis cuenta de esa caída tan vertiginosa.

Mike Weir se colocó como tercero del mundo tras quedar tercero en el US Open de 2003. Fue cuarto al ganar el Nissan Open de 2004 y quinto tras su triunfo en el Masters de 2003. En el año 2014, algo más reciente, finalizaba en segunda posición en el HP Byron Nelson Championship y subía hasta el puesto 238.

Immelman llegó a ser número 12 del mundo después de quedar tercero en el WGC-Accenture Match Play Championship de 2007. Justo después de ganar el Masters de 2008 se colocó en el puesto 15.

Esta es la evolución (por años) desde que triunfaron en Augusta:

Mike Weir (5 – 8 – 48 – 45 – 35 – 21 – 36 – 171 – 898 – 1492 – 631 – 326 – 697 – 1866 – 1296 – 1275)

Trevor Immelman (15 – 133 – 270 – 130 – 200 – 234 – 473 – 1394 – 1866 – 1925 – 1928)