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Blog de María Parra donde explica que ha empezado a trabajar con Joseba del Carmen

Tenía un bloqueo mental que me impedía pegar al draw

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María Parra
María Parra

Creo que no desvelo ningún secreto si os digo que 2022 no ha sido un buen año. Claro que he tenido algunos momentos buenos, pero también ha habido algunos malos y lo resultados no han terminado de llegar. Eso sí, he aprendido un montón de cosas y he llegado a la conclusión de que el problema principal estaba en mi cabeza.

Yo siempre he sido una golfista que fundamentalmente he jugado al draw (cerrando la bola), es la forma de pegar a la bola con la que estoy más cómoda. Sin embargo, este año no era capaz de pegar al draw. Cuando estaba entrenando con Juan Antonio Marín, mi preparador, no tenía ningún problema, me salía bien en la calle de prácticas, pero después en los torneos pasaba algo, me bloqueaba y no salía. Si hubiera ocurrido siempre, pues podría ser un problema técnico, pero como sólo pasaba en la competición, estaba claro que era algo mental.

Me sentía más cómoda con el fade (abriendo la bola), pero en el fondo no me reconocía en el campo, no parecía yo.

Después de analizar con todo mi equipo lo que estaba ocurriendo, he empezado a trabajar con Joseba del Carmen. Apenas llevo unas sesiones con él, pero ya noto una mejoría, me encuentro mejor y veo buenas cosas en el campo. Tengo mucha ilusión por lo que viene, por el año que empieza.

En 2023 fue a jugar de nuevo el Epson Tour, la segunda división del LPGA, con la intención de acabar entre las diez primeras el año y sacarme la tarjeta. Tengo categoría en el Epson y salvo algún torneo, voy a poder jugar todo. También tengo pensado participar en alguna previa de lunes del circuito, a ver si puedo entrar en un torneo del LPGA.

No sé exactamente lo que me ocurría con el draw. Simplemente, me bloqueaba y no podía hacer el swing como es habitual. Hacía mi rutina, trataba de repetir todo del mismo modo, pero a la hora de la verdad, cuando había que pegar a la bola era como si la orden no llegara. Me paraba y el cuerpo no me dejaba. Era una especie de bloqueo mental. Al final, acababa fallando por los dos sitios y así era muy difícil hacer resultado. Salían algunas vueltas buenas, pero había mucha desconfianza.

Otra novedad en esta temporada es la parte física. He empezado a trabajar con Álvaro Zerolo. Lo conozco desde pequeña, de los equipos nacionales y me parece un tío espectacular. Con Juan Antonio seguimos haciendo un trabajo increíble. Tengo muchas ganas de lo que viene este año. Seguro que va a ser bueno. Había llegado un momento en el que no estaba disfrutando en el campo y eso va a cambiar. Lo pasaba mal y yo nunca he sido así.

Lo que llevamos trabajando en esta pretemporada está siendo muy bueno. Noto que estoy haciendo el swing bien, con soltura, recuperando la confianza. Estoy disfrutando de nuevo, pegando a las banderas cuando toca, como a mí me gusta. Me lo estoy pasando muy bien entrenando y eso es muy positivo.

La idea es irme a mediados de febrero a Estados Unidos para empezar la temporada en el Epson. Mientras tanto, toca trabajar duro para darle la vuelta al año 2022. Seguro que va a ser así.