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Leyendas del match play y las carreteras de Costa Rica

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Mario Galiano y Francisco Mateo, su caddie durante esta aventura en el Latinoamérica.
Mario Galiano y Francisco Mateo, su caddie durante esta aventura en el Latinoamérica.

Listo y dispuesto para jugar el Andalucía Costa del Sol Match Play 9. Una buena carrera ayer al llegar a casa y otra esta mañana antes de venir a jugar el Pro-Am y jet lag bajo control. Me desperté a las dos de la mañana, pero entre el cansancio por el viaje y el footing, volví a caer redondo. Todo en orden, al menos de momento, ya veremos cuando vayan pasando los días qué ocurre.

Vengo con ganas y confiado porque estoy jugando muy bien. Casi os diría que el quinto puesto en Costa Rica este domingo se quedó corto. No entraron muchos putts. De estar algo más fino en los greenes habría estado peleando por la victoria hasta el último hoyo. Llevo tiempo jugando muy bien de tee a green, pero falta que el putt se caliente. Ojalá sea esta semana.

Jugar en casa es siempre una motivación especial. Tengo muchas ganas de hacerlo bien. ¿El match play? Todo el mundo me dice siempre que se me da bien, y la verdad es que me gusta, pero mi trayectoria tampoco es para tirar cohetes. Me ha ido genial siempre en la Copa Puerta Hierro, sin embargo en los British y US Amateur que he jugado no me ha ido tan bien, he caído siempre en primera o segunda ronda, así que espero poder sacarme la espina esta semana. No obstante, lo primero es jugar bien jueves y viernes para meternos entre los 64 primeros.

Los planes para este año

Os cuento mis planes este año. Me quedan dos torneos en el PGA Tour Latinoamérica antes del parón que hace ese circuito en verano. Después me vendré a Europa a jugar seis o siete torneos del Challenge y cuando acabe esa secuencia tomaré una decisión. Ya veremos si me centro en el Latinoamérica o el Challenge. A bote pronto, os digo que prefiero el Latinoamérica porque creo que esos campos se adaptan mejor a mi juego.

Quiero aprovechar la oportunidad para hacer una mención a Paco, mi caddie… Que no, Mateo, que se llama Mateo. Bueno, en realidad se llama Francisco Mateo, pero le conocemos como Mateo de toda la vida. Como sé que no le gusta que le llamen Paco, pues ya veis, para fastidiar… Pero bueno, hablando en serio, es una gozada que esté conmigo. Somos amigos desde hace mucho tiempo, desde que estábamos en la Escuela de La Cañada, así que imaginaos. Sabe mucho, hace su trabajo de cine y, encima, cuando acaba el golf es un buen amigo. Estoy muy contento. Es mucho mejor jugarse la vida por una estrechísima carretera (por llamarlo de alguna manera) de Costa Rica junto a un amigo que hacerlo solo. ¿No te parece, Paco?

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