El año 2020 ha sido ha sido en cierto modo una gran paradoja. Desde el punto de vista de los resultados ha sido por un lado el más regular y por el otro el más irregular. Y eso cómo se come, os preguntaréis. Pues muy fácil. Creo que mi golf ha estado muy correcto para jugar prácticamente todos los fines de semana, pero no lo suficientemente bueno como para quedar arriba. Ha sido el año de mi carrera que menos cortes he fallado (4) y al mismo tiempo el que menos veces he quedado entre los diez primeros.
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Con esta dinámica he acabado muy cansado física y mentalmente. Físicamente porque pasar el corte en los últimos puestos te obliga a madrugar mucho los sábados. No sé ni cuántas veces me he tenido que despertar este año a las cuatro, cinco o seis de la mañana. Y mentalmente te agotas al ver que no terminas de estar arriba. Curiosamente, ha sido el año que mejores golpes he pegado, hierros 7 dados, maderas 3 a un metro de la bandera, y al mismo tiempo ha sido el año que peores golpes he dado, hierros 7 a 30 metros del objetivo…
¿Cuánto puede llegar a valer un solo golpe menos cada semana?
En definitiva, se puede decir que estoy cerca, pero no tanto. Hay que ponerse la pilas porque así no es la manera como yo quiero estar en el European Tour. Así no veo que pueda llegar a los objetivos que tengo. Con años como este 2020 mentalmente se te va acercando la fecha de la retirada. Hace años que yo juego al golf sólo para ganar… o al menos para estar en disposición de ganar los domingos. A mí lo que me divierte es competir jugando al golf. Jugar al golf por el simple hecho de jugar me gusta, pero no es la pasión de mi vida.
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Tengo tarjeta hasta 2023, por lo que son tres años por delante para intentarlo. Hay que cambiar para encontrar la motivación de ir más allá. Soy muy exigente conmigo mismo y con mi equipo. Lo voy a dar todo. Yo no voy a bajar los brazos, pero soy consciente de que estoy jugando los segundos nueve hoyos de mi carrera y quiero hacerlo a tope.
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No he tocado un palo desde el día 13 de diciembre. Mi idea es volver a entrenar el 1 de enero en el campo de golf. Mientras, estoy trabajando todo lo posible la parte física para estar a la altura de las circunstancias y llegar a Abu Dhabi en condiciones. No creo que técnicamente esté al ciento por ciento en ese torneo, pero sí muy bien mentalmente y físicamente como nunca. Ya sabéis que yo nunca bajo los brazos y lo voy a dar todo. Para mí 2021 es el año de la ilusión, de la vuelta del público a los campos de golf y de que poco a poco vayamos dejando atrás la pandemia. A ver si desaparece o al menos la apartamos. Además, hay cuatro torneos en España y espero jugar los cuatro. Me hace mucha ilusión.
¿Cuál es el mejor juego de palos que puedo comprar a un niño?
En principio, no cambio nada. Quiero seguir con el mismo equipo. Espero que ellos también quieran seguir conmigo. No ha sido un año fácil para nadie, tampoco para Raúl, mi caddie, pero confío en que este descanso nos venga bien y volvamos a tope. También voy a seguir con los mismos patrocinadores que en 2020, aunque en algunos casos la aportación se ha visto muy reducida. Quiero ser fiel a todos ellos por haberme apoyado en un año tan malo como éste. Es una cuestión de lealtad.
