Bueno, al final me he metido en el Open de Francia. Menos mal. Ya os conté que lo contrario no me parecía muy normal…
Pero antes de entrar en faena, no quería dejarme en el tintero el torneo de la semana pasada, el BMW en Munich.
No pasé el corte y eso siempre da rabia. Más todavía cuando te quedas fuera por un golpe, que es lo que me pasó a mí. El -2 que tenía el viernes no sirvió. Si soy sincero tengo que decir que cuando acabé mi vuelta ya sospechaba que mi resultado no iba a valer.
Como se vio, el Golfclub Munchen Eichenried es un campo donde se pueden hacer birdies, es cierto, y mucho más con los greenes tan tiernos como estaban. Pero hay que puntualizar: no se regalaban los birdies ni las tarjetas bajas. De hecho, si os fijáis también hubo algunos resultados abultados. En realidad sólo tiene dos o tres hoyos realmente difíciles: el 10, el 14 y quizá algún par 3 cuando se jugaba largo. Los pares 5 eran más bien cortos y se podía llegar de dos tiros muchas veces, pero la ‘trampa’ es que casi todos tienen agua, así que si no estás fino te puedes liar…
Este campo, y con esos greenes, estaba para los que pegaran bien los hierros… Yo no estuve especialmente fino. Y ya digo, me quedé fuera con -2, sin estar en realidad muy lejos de los líderes. Una pena. Pero no pasa nada. Hay que seguir.
