Basta que en Tengolf escriban que hasta hoy sábado había ido por delante de mi rival en 28 de los 32 hoyos que había jugado, para que luego ocurra todo lo contrario…
Así ha sido. Hoy Robert y Álvaro me han llevado con la soga al cuello durante mucho tiempo, aunque el final ha sido feliz.
Hemos estado grabando los videoblogs toda la semana al lado de una de las piscinas
del hotel de Finca Cortesín, y hemos mantenido la coña de que si la cosa iba bien a lo mejor acababa ahí dentro el domingo. Bueno, todavía no me comprometo a nada en concreto al ciento por ciento, pero puede ser que algo ocurra… Sería muy buena señal. Antes de acabar, quería aclarar que me ha parecido totalmente lógico y normal que
Álvaro no me haya dado el putt del hoyo 17. No sé cómo se veía desde fuera o en la televisión, pero ese putt era en una pronunciada cuesta abajo y si no lo metías podías irte otro metro. Yo hubiera hecho lo mismo.
Mañana más.
