Antes de nada: mucha tranquilidad porque queda todo el fin de semana. Pero sí, ha sido un buen día de golf en el que se han ido juntando cosas…(1).
Sorprendentemente he pegado tres o cuatro drives malos, pero sobra decir que he podido recuperar bien y no me han costado caro esos errores. Después, es evidente: he pateado muy bien.
Pero quizá lo más espectacular han sido los golpes que he pegado desde el hierro 8 hasta los wedges. Es decir, a una distancia de green de 150 metros hacia abajo las he dejado muy cerca. Dos de ellas casi dadas para birdie.
Además, he pateado muy bien en esa franja de distancia que va de los dos a los cuatro metros. Para afinar más: digamos que he embocado seis putts de ocho intentos en tiros que estaban entre el metro y medio y los tres metros y medio de distancia. Eso es un porcentaje muy superior al habitual, así que ya veis que se ha dado una unión de tirazos a bandera con putts muy buenos en distancias metibles.
Y como remate hay que unir dos buenos golpes de suerte, porque también he embocado un purito bastante largo y un chip desde fuera de green. Resultado: diez birdies a lo loco.
Pero queda mucho. Estoy contento de estar arriba, pero hay mucho que recuperar porque Otto lleva dos días espectaculares y a mí me saca mucha renta. Así que voy a intentar salir con la misma agresividad e intención, a ver qué pasa.
(1) Rafael Cabrera Bello escribe después de hacer un 63 en el Circolo Golf Torino-La Mandria durante la segunda jornada del Open de Italia. Su mejor resultado en una ronda de competición desde que hiciera otro 63 en Dubai a principios de 2012.
