Me marcho de Muirfield satisfecho con la semana y sobre todo con una idea muy clara de lo que tengo que mejorar para verme peleando con los mejores en los grandes.
Son detalles, pequeñas cosas, que igual a simple vista no parecen muy importantes, pero que en este tipo de torneos como el Open Championship y rodeado de los mejores jugadores del mundo marcan la diferencia.
Estoy convencido de que puedo pegar golpes tan buenos o mejores como los demás. Eso me lo he demostrado y lo tengo claro. Lo que toca ahora es evitar los pequeños errores, esos fallos tontos que cuestan bogeys que después pesan un quintal en la tarjeta. En eso voy a trabajar duro. No quiero salir con bogey en situaciones que aparentemente son fáciles, como un golpe alrededor de green sencillo o un tripateo donde no toca. Ese es el siguiente paso que quiero dar.
Pese a todo, insisto en que estoy satisfecho. Es un paso más hacia adelante en mi carrera. Es mi mejor resultado en un grande y me vuelvo a demostrar que me desenvuelvo bien en los links, me gustan estos campos, creo que los entiendo bien.
Además, al acabar entre los 25 primeros he subido varios puestos en el ránking mundial. Empecé la semana en el puesto 100º y ahora mismo ocupo el 93º. Quedan dos semanas para que se cierre el plazo para entrar en el PGA Championship y creo que tengo muchas opciones de jugar en Oak Hill. Cruzo los dedos para que así sea. Tengo ganas de más después de este Open Championship.
Estas dos semanas no voy a jugar. Primero, vacaciones, que ya tocan y hacen mucha falta. Desconectar es casi tan importante como trabajar duro. Y después, ojalá, a preparar el PGA Championship.
Gracias a todos por el apoyo que me habéis dado durante toda la semana tanto en el campo como en la redes sociales. Se siente y agradece mucho.
