Aquí estoy de nuevo con todos vosotros en una semana muy especial. El Alfred Dunhill supone el inicio de la temporada y ¡encima ha ganado Pablo Martín! Me abracé a él al final del torneo porque estaba muy contento…
Siempre nos alegramos cuando ganan nuestros compañeros, así que también sentí una enorme alegría por él.
Sé que es un gran jugador, que había pasado por una mala racha más larga de lo normal, pero a lo largo de este año le he visto entrenar duro y con convicción. Se ha podido ver su recuperación poco a poco a lo largo del año, y además ya venía apareciendo a menudo en la pizarra después de los primeros días.
Tras haber tenido un final de temporada de mucha presión, por la situación en la que se encontraba en el ránking, pudiendo perder la tarjeta, ha tenido que ser en el primer torneo del año donde ya sin esa presión encima ha podido volver a jugar a su mejor nivel y ha aguantado líder durante la mayoría del torneo, jugando con jugadores de la talla de Ernie Els y Charl Schwartzel, y ha conseguido volver a ganar como el gran campeón que es. ¡Y lo mejor es que estoy seguro de que ahora sólo puede seguir mejorando más y más!
¡Enhorabuena otra vez Pablo!
En cuanto a mi estreno fue un comienzo de torneo bueno, me tengo que quedar con eso. El fin de semana casi para olvidar, mi juego largo no estuvo nada preciso, y así es difícil no pinchar. Pero con muchísima confianza en el juego corto, y con ganas y motivación después de la victoria de Pablo para intentar terminar el año de una manera espectacular para el golf español.
Por cierto, el lunes me fui de safari con mi padre y ya os contaré lo que nos pasó con un elefante…
