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Lo de Lowry, impactante

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Estoy en el aeropuerto de Dublín, rumbo a Inglaterra, donde ya sabéis que voy a poder disputar el BMW en Wentworth. Este es el ‘The Players’ del circuito europeo y está muy cara la entrada… Como ya os conté, este torneo reserva tres plazas a los mejores clasificados en la Race to Dubai que no hayan podido acceder por otra categoría. Pues bien, finalmente, de esos tres yo he sido el primero y allí estaré.

Creo que la victoria de un amateur como Shane Lowry en el Open de Irlanda merece algo más que un comentario. Yo, la verdad, no conocía a este jugador de nada, así que mi sorpresa es aún mayor. Hay que resaltar lo que ha hecho. Es increíble. Su nivel de juego ha sido impresionante…

Para ganar un torneo hay que jugar bien, y el que gana se lo merece. Pero a veces, como suele decirse, uno puede encontrarse con una victoria… Pues bien, desde luego no es el caso de Lowry. Él no ha sorprendido viniendo desde atrás el último día aprovechando errores de otros. De eso nada: él dominó desde el principio, se mantuvo día a día y, en definitiva, nadie consiguió desbancarlo de ahí arriba, y en este torneo había muy buenos jugadores. El último día pasó por un momento malo, pero supo salir airoso. Y encima luego ganó en un desempate. Ha demostrado que puede con la presión. Tiene mucho mérito.

Os cuento algo de mi torneo. Tengo que estar contento por ese vigésimo puesto que he conseguido al final en Baltray, pero lo cierto es que he sufrido bastante. La verdad es que no he tenido muy buena suerte con el tiempo. Los dos primeros días, sobre todo, siempre que estuve yo en el campo se dieron las peores condiciones. Aún así creo que jugué muy bien esos dos días. Estoy muy orgulloso de cómo me defendí.

Y ahora viene algo muy importante que me gustaría que tuviérais muy en cuenta: NO ME QUEJO. Yo sé que esto es parte del golf y no hay más que hablar. Sólo os lo comentaba para que os hagáis una idea de cómo puede ser un torneo.

El sábado, además, me pudo un poco la situación. La bola se movía un poquito en los greenes, hacía viento, llovía, después vino la suspensión… Me descentré y lo pagué caro. El último día salí con la idea de que haciendo una gran vuelta podía recuperar muchos puestos y la cosa salió bien porque creo que mi resultado del día fue el segundo mejor. Como se suele decir: un vueltón. Me quedo, sobre todo, con que conseguí recuperar el nivel bueno de concentración y con lo bien que pateé.

Si os parece, esta misma semana os contaré mis primeras impresiones de Wentworth antes de entrar en pleno torneo. Y me guardo en el tintero alguna reflexión (ya escribiré sobre ellas) acerca de los recorridos tipo links (me encantan) y sobre la entendida afición de las Islas Británicas. Nos vemos.