Han pasado 48 horas desde el domingo del Portugal Masters. Un buen momento para analizar con frialdad. Ya he comentado las enseñanzas que me he llevado de esta primera ocasión en la que salía como líder un domingo…
Pero sinceramente, me siento muy satisfecho del trabajo que hice, aunque al final te quede sabor amargo por no ganar.
Lo más importante es que hoy me siento con más ganas que nunca porque lo he vuelto a ver… He vuelto a sentir cerca la posibilidad de ganar, que al fin y al cabo es por lo que todos trabajamos. Así que estoy como loco por salir a jugar de nuevo.
Hay dos cuestiones fundamentales. Por un lado, es evidente que estoy jugando muy bien y que quiero aprovechar este momento. Por otro lado, soy consciente de que todo cambia muy rápido en golf, por lo que también es bueno ser prudente. Vamos paso a paso.
Tengo claro que si mantengo las sensaciones me podré dar una oportunidad en Castellón. Y si no es en Castellón, en Valderrama. Y si no, después en Asia…
Castellón es un campo que no me va nada mal porque premia los drives largos y rectos. Pero la clave puede estar allí en la precisión con hierros cortos, porque si vas bien desde el tee te ves en muchas ocasiones con un palo muy corto en la mano tirando a green. He jugado allí dos años y siempre he pasado el corte. El año pasado, además, tuve un buen fin de semana y acabé bastante arriba.
Estos dos últimos días he sentido de cerca el cariño de mucha gente. Amigos de Las Palmas y de todos lados. Y por supuesto de los compañeros. Es gratificante y me hace volver a lo mismo: tengo más ganas que nunca de seguir progresando.
