Dejé pendiente de contar algún detalle del ‘nuevo’ recorrido de Wentworth, legendario recorrido remodelado en profundidad. Vaya por delante que al fin y al cabo mi opinión es la de un humilde jugador que sólo ha estado allí dos años. Sin embargo, yo no vi tan mal la remodelación tan profunda que se ha hecho. Los cambios, eso sí, hay que irlos asumiendo…
Tampoco me dio la sensación estando allí de que a los jugadores no les gustara. A mi me parece, por ejemplo, que los greenes son hoy mucho mejores en su mayoría. El hoyo 12, sin embargo, yo lo habría dejado como par 5. De hecho, el green sigue estando diseñado más como si fuera un par 5 que un par 4.
Los cambios del hoyo 18 son algo más cuestionables, porque es cierto que ahora te cuesta mucho tirar de dos a green en ese par 5. Yo escuché esa semana allí que Ernie Els, en realidad, no quería que estuviera el green tan elevado, que ha sido el cambio más polémico, porque al elevarlo tanto (está cerca de dos metros por encima del nivel del agua de la ría que tiene delante), se reduce de tamaño considerablemente y tirando desde los bunkers del fondo, que era un buen sitio para ir tirando desde la calle de dos, tienes el peligro de irte al agua. No sé, a mi no me lo dijo Ernie, desde luego, pero es lo que se comentaba por allí.
Mi calendario: la entrada en el Open USA ha modificado algo mis planes. Es casi seguro que no voy a ir a Estoril, que en principio sí entraba en mi agenda. A ver cómo acabo en Gales… Pero es casi seguro que no iré a Estoril.
Pebble Beach sólo lo conozco de jugarlo en la Play… En serio: llegaré allí el domingo y supongo que podré jugar dos rondas completas antes del torneo y quizá nueve hoyos más. Tampoco me gusta demasiado hacer muchas rondas antes del torneo; parece como si luego llegara la competición y ya estuvieras cansado de ver el campo. Son sensaciones que cada uno tiene. Quizá es mejor hacer menos rondas de práctica, pero de gran calidad.
