Después de la última ronda del Open de Andalucía, donde pinché precisamente el domingo, me comentó algún periodista que mi expresión no reflejaba mucho la decepción. Era cierto, y me alegro por ello. Hace unos años, y tal como he jugado algunos torneos esta temporada, habría salido del campo cabizbajo demasiadas veces…
Por supuesto que nunca es lo mismo hacer un 67 que un 76. Es imposible que no te afecte un poco, pero es muy importante no hacerse daño. Si sales con la cabeza baja ya te estás haciendo daño y a lo mejor estás borrando de un plumazo lo bueno que haya podido haber durante el torneo.
Estas sensaciones se pueden trabajar. A mí me sirve ir por el campo con el mismo nivel de actividad emocional ante los aciertos y los errores. No torturarte con el golpe que no ha sido perfecto, pero tampoco volverte loco cuando lo has clavado. De ese modo, te vas forzando a que tu cabeza y tus sensaciones no estén exclusivamente atadas al resultado.
Juego ahora en China y Corea. El viaje es largo y molesto, pero son torneos muy atractivos porque se juegan en buenos campos, hay una buena bolsa de premios y no va todo el mundo, así que tus opciones crecen de alguna manera.
Luego volveré y jugaré el Open de España en Sevilla y el Open de Italia, que se juega en Turín en un campo que me va muy bien. Después pararé un poco. Quiero jugar las previas del Open USA, aunque esto no es prioritario en mi calendario. Lo prioritario son los torneos y después, como estas previas se juegan un lunes, voy allí a ver si tengo el día, pero no lo preparo específicamente.
