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Una novatada sin remordimientos

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Scott Fernández. © Golffile | Thos Caffrey

Vamos, señoras y señores, todos arriba, que esto ha empezado ya. Los saltos de esquí, el concierto de Año Nuevo y mi blog. ¿Se puede pedir más para un arranque de enero? Seguro que sí, pero allá voy. El año que ha terminado ha tenido muchas cosas positivas, aunque obviamente ha sido un poco triste porque no he podido mantener la tarjeta del European Tour. Era el gran objetivo y no lo he conseguido. Aún así, tengo que decir que no tengo remordimientos.

Lo he hecho lo mejor que he podido, creo que la planificación ha sido buena, he jugado donde tenía que estar y lo he dado todo. Creo que he pagado la novatada de no conocer los campos. He fallado varios cortes por un golpe, he estado muy cerca de tener semanas muy buenas, muchos casis… Han faltado sólo algunos detalles. Por ejemplo, en diciembre jugué en Hong Kong y me he dado cuenta de que en cuanto ya juegas un campo por segunda vez no cometes los errores del estreno. Han habido más cosas positivas que negativas.

He pedido que me pongan uno que lea bien las caídas…

Me quedo con la semana de Wentworth, donde jugué muy bien y estuve arriba, en un campo difícil y una de las citas más importantes del año. También me quedo con las vueltas del domingo en Dinamarca y Austria. Fueron las mejores del día. Y en domingo, donde se firman los cheques y la presión aprieta más.

Y aquí tienen los 47 relámpagos finales…

Me ha faltado, por ejemplo, manejar mejor las situaciones los viernes. Ser más consciente de que no pasa nada por hacer un bogey en un momento dado, pero hay que evitar los ‘doblatas’. Cada golpe cuenta. Lo sabes, pero hasta que no lo sientes en tus propias carnes, no te da cuenta plenamente. En los últimos torneos he ido a remolque, con la necesidad de hacer resultado para mantener la tarjeta y eso ha pesado. No me arrepiento de nada. Es una experiencia y he aprendido mucho para volver más fuerte.

Me he dado cuenta de que tengo que mejorar el approach y el putt. Ahí es donde noto más margen, ya que de juego largo me encuentro muy bien. En la Escuela del European Tour, por ejemplo, jugué muy bien de tee a green, no jugué ningún día sobre par, pero no metí ninguna… Y la gente mete mucho.

El cenizo vuelve a la carga

Como ya sabréis, el año que viene jugaré el Challenge Tour completo y algo del European Tour, lo que pueda. Conozco bien el Challenge y seguro que eso me ayuda. Quiero también ganar algún torneo. No voy a cambiar demasiadas cosas. Sigo con mi entrenador, Michael Lundberg, que está enseñando a no tirar ningún golpe. Creo que he progresado mucho en ese aspecto. A partir de esta semana me pondré ya a entrenar, una vez superada la operación en el ojo. Sigo también con PING y mi agencia sigue siendo Impact Point.

Feliz año a todos. Os deseo lo mejor para 2019.