Hola a todos desde Francia. Nueva semana en el Challenge. Seguro que más de uno me lee y piensa: “hala, ya están otra vez estos golfistas con sus paranoias mentales”. Tenéis razón. Pero es la pura verdad. En la cabeza está todo. Yo, por ejemplo, llevaba un año bastante regulero en el aspecto psicológico hasta la semana pasada en el KPMG Trophy de Bélgica. Ha sido mi mejor torneo desde el punto de vista mental. He dado un paso adelante. Ha sido punto de inflexión.
Sé que repetimos muchas veces la misma película, pero es lo que hay. La diferencia en cuanto a golf, técnica, pegada o toque alrededor de green no es tanta entre todos nosotros. Lo que realmente marca las distancias es la cabeza. Mi juego ha estado bien todo el año, pero no conseguía hacer resultado.
Me ha costado mucho aceptar dónde estoy, que me encuentro en el Challenge Tour, que va a ser un año largo y que hay que ir paso a paso, golpe a golpe. Como venía del European Tour, mi única obsesión era volver cuanto antes y ya se sabe lo que pasa en golf cuando fuerzas las cosas… Vas para atrás como los cangrejos. En Bélgica me sentí cómodo y la única vuelta mala fue el domingo porque estaba reventado por un resfriado de verano, no podía casi ni con el palo. Ya estoy mucho mejor.
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El tema mental es una especie de bola de nieve. Quieres hacer el birdie antes de tirar el putt, no entra, te frustras, empiezas a forzar y el problema va creciendo. ¿Por qué? Porque piensas constantemente en el resultado. ¡Error! Mira que lo sabemos, pero hasta que no te sientas con alguien de confianza, que te ayuda, y consigues soltarlo todo, parece que no te das cuenta.
Yo lo hice. Me liberé y en Bélgica conseguí encontrarme en un punto mental bueno para afrontar el resto del año. En esta parcela ha sido el mejor torneo de la temporada. Para empezar, se acabó el European Tour. Challenge, Challenge y Challenge. Esta semana podría haber jugado el Porsche European Open, tenía entrada, pero he decidido pasar y jugar en Francia el Challenge. El European Tour es un caramelo al que resulta muy difícil renunciar, pero a veces hay que pensar que puede ser un caramelo envenenado.
Por todo ello os digo que al fin he aceptado quién soy ahora mismo y dónde estoy. Soy jugador del Challenge Tour, es mi circuito y mi único pensamiento debe ser jugar aquí, hacerlo bien y tratar de acabar el año entre los 15 primeros. La aceptación. Qué cosa tan importante. Qué fácil es perder el rumbo y hasta que no lo aceptas, no dejas de agobiarte.
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Os quería contar también que este año tengo previsto jugar las dos Escuelas. La del Circuito Europeo es seguro y la del Korn Ferry Tour, probable. Estoy apuntado a la primera fase que se juega la última semana de septiembre. Aún está en al aire, no es una decisión tomada al ciento por ciento y dependerá en parte de lo que pase esta semana y la próxima en Portugal en el Challenge. En cualquier caso, quería dejarme esa puerta abierta y ya tomaré la decisión cuando llegue el momento. Me apetece también probar la experiencia americana. Mucho más este año, ya que por primera vez en mucho tiempo no coinciden las dos Escuelas y se pueden jugar ambas.
Bueno, muchas gracias a todos por el apoyo. Tengo muchas ganas de afrontar este final de temporada con calma, tranquilo, golpe a golpe, dejando que el golf fluya y aceptando la situación. Lo que tenga que venir, que venga… Y seguro que así será todo bueno.
