Semana de altos vuelos. La caravana del golf europeo para en los Alpes, en Crans-sur-Sierre. Escenario mítico donde se juegan torneos del Circuito desde 1972. Un clásico. La Armada, además, tiene un reto especial que va más allá de un juego de palabras. En Suiza mirando a Suecia… Se lo contamos…
23,5 puntos son los que separan a España de Suecia en la Clasificación Mundial por Países de Ten-Golf. Es algo más que un dato. Mucho más que un puesto. Los chicos de Robert Karlsson ocupan la quinta posición del mundo, el primer lugar entre los mortales. Por delante sólo están los elegidos, los inalcanzables a día de hoy Estados Unidos, Inglaterra, Australia y Sudáfrica. Ese quinto puesto que el año pasado consiguió Irlanda del Norte vale un potosí y la brecha con Suecia es casi insignificante.
Un triunfo de la Armada en el Omega European Open de Suiza nos brindaría la oportunidad de recuperar esa quinta plaza que perdimos justo después del PGA Championship y que España se está ganando a pulso. No en vano, de los países que repiten en el top ten de la Clasificación respecto al año pasado a estas alturas, la Armada es la tercera que más ha mejorado sólo por detrás de Corea y Australia. España, además, es la segunda potencia del Circuito Europeo, sólo superada por la intratable (en calidad, y sobre todo, en número) Inglaterra.
En Suiza, por tanto, tenemos una cuenta pendiente con Suecia. Si el torneo finalmente es de Categoría Especial, diez jugadores entre los cincuenta mejores del mundo, nos valdría con un segundo puesto (25 puntos) para superar a Suecia. ¿Estamos o no ante una semana especial? Alicientes, desde luego, no faltan.
