Jon Rahm se mostró mas que satisfecho con la tarjeta de 67 golpes que entregó para empezar el WGC Bridgestone Invitational. Como dice el jugador de Barrika, cualquier resultado bajo par es bueno en este campo. El putt y el eagle en el hoyo 16 fueron las claves para lograr ese buen resultado. Aquí os dejamos sus declaraciones tras su gran estreno en el Firestone.
El putt le salvó la vida del 11 al 14… “Empecé con muy buenas vibraciones, pegando buenos golpes y con unos buenos primeros nueve hoyos. En los segundos nueve, de repente todo se complicó un poco. Entre los hoyos 11 y 14 no conseguí cazar la calle y tampoco pegué los golpes que necesitaba. Por suerte, mi putt me salvó un poco en esos instantes. Metí un par de putt muy buenos para salir sólo uno arriba en ese tramo y después vino el eagle del 16 que fue un bonus. Estoy seguro que cualquier de nosotros firmaría antes de empezar un resultado bajo par en este campo de golf, así que tal y como acabé, fue un gran final”.
Cómo cambió el campo del hoyo 9 al 10… “Los greenes de los primeros nueve hoyos estaban más lentos y blandos. Es cierto que se jugaban un poco más largos, pero también más fáciles porque podías buscar las banderas y las bolas se quedaban más o menos donde aterrizaban, sin embargo, los nueve segundos estaban mucho más firmes y duros. En el 10 pensé que había pegado un tiro perfecto, un hierro 9 fácil, que debía quedar como máximo a seis metros de la bandera, ahí es cuando te das cuentas de que las cosas han cambiado en la vuelta. En el 15 y en el 17 pasó lo mismo. No es fácil jugar así y menos con banderas esquinadas”.
El eagle todo lo cambia… “Por suerte metí la bomba del hoyo 16 para eagle y eso cambió todo, pero lo nueve segundos estaban muy duros”.
