Inicio Grandes Circuitos A Madeira siempre conviene llevar la máquina del tiempo…

A Madeira siempre conviene llevar la máquina del tiempo…

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Esta semana se disputa el Madeira Islands Open, un híbrido del calendario del European Tour y el Challenge Tour, que precisamente arranca en este punto. Es una semana, por tanto, en la que muchos jugadores habituales del circuito europeo se toman un descanso, mientras que a los del Challenge, muy al contrario, les hierve la adrenalina.

Madeira es, así pues, tierra de oportunidades y campo abonado para los primerizos (diez de los 22 ganadores de este torneos obtuvieron aquí su primera victoria en el circuito europeo). Sobre todo, en el Siglo XXI, que es cuando el Madeira Open quedó relegado claramente a un torneo de segunda fila, atendiendo a su bolsa de premios (durante los noventa del siglo pasado siempre fue un torneo menor, pero la diferencia en las cantidades destinadas a premios no era tan abultada; y se fue estancando hasta que en 2011 se convirtió por primera vez en un torneo híbrido entre European y Challenge Tour).

Por eso, resulta divertido, interesante y hasta aleccionador, meternos en la máquina del tiempo para ver qué ocurría en Madeira hace unos años. Quiénes andaban entonces buscando sacar la cabeza, labrarse un futuro hecho y derecho, ganar experiencia, o bien coger de nuevo carrerilla después de una mala época… El golf da muchas vueltas y son muy pocos los que comenzaron jugando los Grandes nada más pasarse a profesionales. Tampoco todos consiguen mantenerse siempre en la cresta de la ola y necesitan tomar un nuevo impulso jugándolo todo.

Si nos vamos por ejemplo cinco años atrás, 2010, comienzan las sorpresas, que entonces no eran tales. Pero es que la memoria es muy corta. Por ejemplo, en aquella edición George Coetzee terminaba en sexta posición. Y lo que es aún más increíble: jugadores como Thorbjorn Olesen, Branden Grace, Bernd Wiesberger o Scott Jamieson ni siquiera pasaban el corte…

Retrocedamos otro lustro, hasta 2005. Aquí nos encontramos a Nicolas Colsaerts y Francesco Molinari empatados en la 22ª posición. Y también sorprende ver el nombre de Robert Karlsson (32º). El sueco venía de completar su peor año en el circuito europeo, 2004, y necesitaba resetear y comenzar de cero. A partir de aquel 2005, Karlsson comenzaría a vivir la mejor etapa de su carrera, ya con los 36 años cumplidos…

¿Y qué pasa si retrocedemos otros cinco años, hasta el año 2000? Pues ocurre que nos encontramos a Niclas Fasth obteniendo su primera victoria en el circuito europeo (luego vendrían otras cinco), y a Henrik Stenson finalizando en la 18ª posición, y a Justin Rose (29º), Paul McGinley (46º) o Ian Poulter (56º). Sin comentarios.

Este rápido viaje en el tiempo, de lustro en lustro, nos deja otra tremenda carambola, un prodigio de casualidad o bendita coincidencia que también puede servir como homenaje a un apellido ilustre del golf español. En el año 2000 aún jugó allí Severiano Ballesteros; en 2010 tomaba el relevo su sobrino, Raúl Ballesteros; y en 2015 está su hijo, Javier Ballesteros, invitado por la organización.

Diez españoles están en la cita. Y nueve de ellos serían efectivamente primerizos en caso de cantar victoria: Carlos del Moral, Pedro Oriol,  Carlos Pigem, Nacho Elvira, Antonio Hortal, Borja Virto, Álvaro Velasco, Javier Ballesteros y Emilio Cuartero. Imposible vaticinar con exactitud cuál de ellos podría ser el Olesen de dentro de cinco años, o el Molinari de dentro de diez…

Hay otro español más, José Manuel Lara, a quien le queda que ni pintado el citado ejemplo de Karlsson, cada cual con su historia, palmarés y particularidades.

El viento, como suele ocurrir, va a ser protagonista según las previsiones y sobre todo el jueves, donde se esperan rachas de hasta cincuenta kilómetros por hora en el Santo de Serra Golf, escenario del evento. También se espera lluvia a trompicones durante toda la semana.

Horarios y resultados en vivo del Madeira Islands Open