Cuando un deportista obtiene su primer gran logro suele decirse: “ha nacido una estrella”. ¿Puede aplicarse esta sentencia a Andrés Romero (-19), que ha ganado hoy en Gut Kaden, Hamburgo, el prestigioso Deutsche Bank Championship? Podemos aplicársela, pero en realidad Andrés ya brillaba en el firmamento del golf desde 2006, cuando en su primera temporada completa en el circuito europeo ya hizo cuatro top-ten, uno de ellos en el British…
Este 2007 era el de la confirmación, y no es posible confirmar nada mejor que lo ha hecho el jugador argentino: otros cuatro top-ten hasta la fecha, incluyendo asimismo ese reciente tercer puesto en el British, y al fin su primer triunfo en un torneo donde la competencia era brutal, a juzgar por los nombres y el currículo de muchos de sus participantes. Andrés ya es un grande. Y el golf lo agradece porque su perfil de juego es de los que levantan pasiones, tal y como se viene escribiendo en esta página. Recordamos literalmente lo que sobre él escribió Gonzalo Fernández Castaño en Ten-golf el pasado domingo, en su particular crónica sobre la última y vibrante jornada del Open: “no podemos tampoco dejar de hablar de Andrés Romero, un gran amigo mío del circuito europeo y un maravilloso ‘inconsciente’ del golf que va a por todas las banderas sin importarle nada. Hacer diez birdies en Carnoustie en la última jornada del Open es algo muy serio. Quizá podía haber sido más conservador en el 17, después de irse al rough de salida… Pero él es así y, repito, hay que estar ahí”.
Romero cumplió 26 años el pasado mes de mayo y ya ha subido al quinto puesto en el Orden de Mérito. Tiene por delante toda una vida, tratándose de golf. Es un buen pegador, agresivo, y con un toque asombroso en los greenes. Ayer sin ir más lejos, con la tranquilidad de sentirse ya ganador, eso sí, cerró su victoria en Gut Kaden con un birdie en el hoyo 18 embocando un putt desde más de diez metros. Por no recordar el recital en los greenes de Carnoustie… Le aguarda un mes de agosto alucinante con el WGC Bridgestone Invitacional y el PGA, el cuarto grande, a la vuelta de la esquina.
Miguel Ángel Jiménez (-10) y Carlos Rodiles (-8) firmaron 70 golpes este domingo, un buen resultado pero insuficiente para alcanzar, por ejemplo, un puesto entre los diez primeros. Muy buena la actuación de la representación del golf norteamericano con Hoffman y Wetterich (ambos con -12) acabando en séptima posición (sería bonito e interesante ver a más americanos por Europa de vez en cuando,algo que evidentemente se antoja imposible cuando se comparan los premios y los patrocinadores de uno y otro circuito…), y tampoco podemos dejar de rercordar la actuación de Rory Sabbatini (-11), que comenzó el jueves finalizaba el penúltima posición tras entregar una tarjeta de 78 golpes, y que hoy completaba la remontada en undécima posición.
