Estaba escrito, debía estarlo, que el número uno amateur del mundo durante 55 semanas, más de un año, entre 2018 y 2019 tendría que ganar un torneo de nivel más pronto que tarde. Y, dos años y cuatro meses después de hacerse profesional en octubre de 2020, cantó bingo Takumi Kanaya (-10) en el International Series de Omán, su primer triunfo en un gran circuito tras tres alegrías como aficionado con cuatro golpes de diferencia sobre los segundos, el tailandés de moda, Sadom Kaewkanjana, y el estadounidense Berry Henson, un veterano todoterreno del Asian Tour. Un carnaval de buenos golpes de este jugador nacido hace 24 años en Kure, en la prefectura de Hiroshima, y que estudió en la misma universidad de Hideki Matsuyama, le dieron la mayor alegría de su carrera como profesional.
El japonés, subcampeón del mundo amateur por detrás del español Alejandro del Rey, templó los nervios en Al Mouj Golf, donde el viento volvió a hacer acto de presencia, y mantuvo el tono de toda la semana en Mascate: juego perfecto de tee a green, hierros sólidos y tino con el putter, salvo en momentos delicados. No necesitó más el nipón al ser presionado poco desde atrás, ya que su compatriota Ryo Hisatsune se salió del carril con dos doble bogeys en el 12 y en el 13 que le abrieron la autopista a la victoria a Kanaya, pues también Kaewkanjana sufrió altibajos y apenas lo acosó, aunque las dos semanas del tailandés, cuarto en el PIF Saudi International y segundo aquí, son de quitarse el sombrero.
El cuartofinalista en el Campeonato del Mundo Match Play en 2022 demostró su consistencia al no cometer ningún doble bogey en los 72 hoyos del torneo en el sultanato en unas condiciones a veces infernales por el incómodo aire, sólo cometió un fallo por ronda en la primera y en la tercera, y curiosamente este domingo fue cuando más bogeys se anotó, cuatro, bien compensados con cinco birdies y, como hemos dicho, sin sufrir ataques por detrás en la tabla.
Kanaya, que ocupa hasta hoy el puesto 169 del ranking mundial, hizo unos primeros nueve hoyos de libro, con tres birdies y cero manchas: -12 y medio torneo en el bolsillo. Luego llegaron algunos vaivenes, pero siempre bajo control ante los errores de bulto de Hisatsune (+6 en el día y -2 total), que tiene una pintaza de jugador con sólo 20 años, y Kaewkanjana, sus parejas de baile.
Cualquier resultado por debajo del par en el durísimo campo de Omán cotizaba al alza y dos golfistas old school como Henson y el inglés Lewton lo sabían de sobra. Las dos menos del primero le valieron una gran segunda plaza y el -1 del segundo lo encaramó a la cuarta posición después de una ronda de mucho sufrimiento (Du Plessis hizo +7).
Los grandes favoritos para echarle el guante a Kanaya e Hisatsune, que comandaban la clasificación tras 54 hoyos, pincharon y jugaron por encima del par. Sergio García no supo dominar el viento y selló una vuelta de +2 con cuatro bogeys y dos birdies. El castellonense sacó renta de su extraordinaria vuelta inicial (-5) para concluir quinto junto al chileno Joaquín Niemann (+2 hoy y -3 total), los mejores clasificados de LIV Golf en el torneo. Mito Pereira (-1) y Jason Kokrak (PAR), no lograron meterse en el Top 10. El otro español en liza, Eugenio López Chacarra ligó otro 73 seguido y concluyó con +2 en el puesto vigésimo cuarto tras un turbulento final: doble bogey al 13 y bogeys al 14 y al 18, con un birdie intercalado en el 16.
