– Carlos Pigem (-11) no ha ganado el Leopalace21 Myanmar Open, pero puso todo de su parte para hacerlo. Salió a por todas, sin guardarse nada, jugando un golf de campeón, rozando la perfección de tee a green y pateando con la misma solidez de los tres primeros días. Jugo con determinación y así cazó el liderato en solitario con tres birdies consecutivos en los hoyos 9, 10 y 11.
– La última jornada en el Pun Hlaing Golf Club de Gary Player se convirtió en un fabuloso mano a mano entre Pigem y el australiano Todd Sinnott (-14). Jugaron juntos, en el penúltimo partido, y su golf de escuadra y cartabón pronto derribó la resistencia de los líderes. Si Pigem jugó bien, igual o mejor lo hizo Sinnott, a la postre ganador del torneo.
– Pigem cazó diez calles (no falló ninguna en los últimos nueve hoyos), quince greenes y consiguió nada menos que seis birdies en la última ronda. Sólo cometió dos errores que acabaron en un bogey en el hoyo 7 y un doble bogey fatal en el 12, que resultó a la postre determinante. Golf de altura. De campeón. No se puede jugar mucho mejor en una última ronda.
– Para ganar hoy a Pigem había que rayar la perfección y eso es lo que hizo Sinnott. El australiano de 24 años desplegó el mejor golf de su carrera en el momento exacto. Justo después del doble bogey de Pigem en el 12, Sinnott consiguió dos birdies consecutivos en el 13 y 14 que lo colocaron con una ventaja de tres golpes. Fue el momento definitivo del torneo. También Pigem pateó en esos hoyos para birdie, pero Sinnott estuvo más acertado. Pequeños detalles.
– Pigem siguió peleando y acabó con un birdie en el 18 y pateando para birdie en el 16 y 17. Apretó hasta donde pudo, pero era el día de Sinnott. El jugador oceánico cogió todas las calles y todos los greenes en los últimos ocho hoyos. Golf de granito. Sin fisuras. Estaba ante la gran oportunidad de estrenar su palmarés y no la iba a dejar escapar. Hasta hoy, su mejor resultado había sido un octavo puesto en el Open de Australia de 2015. Nada que objetar. Sinnott jugó una última ronda estratosférica (65 golpes), sin bogeys, con seis birdies y sólo dos greenes fallados.
– Pigem no pudo ganar, pero acabó segundo en solitario mostrando una fantástica determinación. Quería el torneo y se dejó la piel. Hoy, simplemente, hubo un jugador mejor. Sea como fuere, sombrerazo para el golfista ilerdense, que consigue el primer segundo puesto en solitario en el Asian Tour en su carrera. Su mejor resultado de siempre tras el triunfo en Taipei el año pasado. Acabó a tres golpes, pero la diferencia fue mucho menor. Gran inicio de temporada para Pigem. Consulta aquí los resultados finales del torneo.
