Arrasa en Tailandia frente a un Stenson que apretó hasta donde pudo
Sergio García despide 2013 por la puerta grande. Victoria en Tailandia. Y no cualquier victoria, no.
El torneo pertenece al Asian Tour y no tiene una dote millonaria, cierto, pero el español ha fulminado a hierrazo limpio al mejor jugador del mundo del momento, al ganador de la FedEX Cup y de la Race to Dubai, a un tipo que ha hecho historia, a alguien que nunca se dejó ir… a Henrik Stenson. Y antes, dejó por el camino a un tal Justin Rose, a Rickie Fowler, Charl Schwartzel, Bubba Watson, Hunter Mahan…
Rasquen, rasquen de verdad, y no se dejen llevar por las apariencias. El triunfo de Sergio en el Amata Spring de Bangkok es de postín, de categoría, de los que conviene recordar para lo que venga después. ¿Punto de inflexión? Puede. Pónganle ustedes la frase que prefieran. El jugador de Borriol se ha impuesto con cuatro golpes de ventaja sobre Stenson y ocho sobre Alexander Levy, tercer clasificado.
Sergio ha firmado 68 golpes el domingo, los mismos que su máximo rival, Stenson, aguantando un ataque decidido y sostenido del sueco, que acabó por tirar la toalla en el green del 17 al grito de “hoy no, con Sergio, hoy no”. Es un triunfo por derribo ante una parte de la plana mayor del reino del golf. Ya estuvo cerca de ganar hace una semana en Sudáfrica, pero se cruzó por medio Thomas Bjorn. Aquel domingo de Nedbank, sólo un excepcional danés pudo impedir el triunfo de García. Y no, no es una forma de hablar. Siete días después han llegado los resultados del laboratorio confirmando el diagnóstico.
El golf es un deporte complejo, en el que tan pronto un jugador se hunde en la miseria como, tras una victoria, parece que se va a comer el mundo. A veces, entre una impresión y otra, apenas pasan tres, cuatro o cinco semanas. Así es la película. Semanas y semanas de competición que circulan a una velocidad de vértigo. Por este motivo, los análisis en caliente suelen ser una ruina. No obstante, este triunfo de Sergio va más allá de la impresión. Nos la jugamos. No es sólo su vigésimo cuarta victoria como profesional. El de Borriol ha lanzado un mensaje, pide paso, quiere meterse en el barro, levanta la mano ante un 2014 apasionante y desea un papel principal. Tiger Woods, Adam Scott, Henrik Stenson, Rory McIlroy, Phil Mickelson y ¿Sergio García? Por qué no. Hoy ha demostrado que hay que contar con él.
No se dejen llevar por los cuatro golpes de diferencia. Ha sido un triunfo complicado, con un Stenson que achuchó lo suyo, apretando al inicio con dos birdies en los dos primeros hoyos y pasando el 9 a sólo un golpe del español. Sin embargo, Sergio no se inmutó, apretó los dientes, estuvo paciente, concentrado, convencido de que todo estaba en sus manos y pegó un arreón en los hoyos 10, 11 y 12. Tres birdies de una tacada para bajar los humos al macho nórdico. Ahí firmó la sentencia, aunque su rival nunca tiró la toalla y lo siguió intentando hasta que falló un putt de par de menos de un metro en el 17 para claudicar.
Sergio se marcha de Tailandia con 25 birdies en 72 hoyos, un eagle y apenas cinco bogeys. Su juego desde el tee ha sido de escuadra y cartabón, y ha rematado la faena con el putt de manera soberbia. No obstante, la ‘creme de la creme’ esta semana han sido sus hierros. El ranking mundial debería confirmar el lunes que el español vuelve al top ten mundial para acabar el año, a su lugar, al sitio que abandonó hace justo cuatro años y que le pertenece.
