Sergio García (+1) ha remontado once posiciones en el Thailand Golf Championship después de entregar hoy una tarjeta de 71 golpes
Se encuentra a seis golpes del líder, el australiano Marcus Fraser (-5), después de la tercera jornada y en un campo donde las tarjetas muy bajas brillan por su ausencia. «Haría falta en torno a un 65 y esperar», señala el jugador español.
De nuevo, las prestaciones de tee a green de Sergio han estado muy por encima de su resultado. Y sin remate, sin definición, no hay buen juego que valga.
Hace un tiempo un once ideal de fútbol compuesto por golfistas profesionales, atendiendo a alguna característica fundamental de éstos, física o técnica, y llevada con más o menos imaginación al plano futbolero. Así, incluyó a Jim Furyk en la portería, por su seguridad, o a Phil Mickelson como ’10’, por su imaginación y creatividad. Kaymer aparecía en el lateral derecho: alemán y por tanto seguro, disciplinado, fuerte, explicaba. Situó a McIlroy en el mediocentro, para aportar «frescura, juventud y alegría», y a su lado a Stricker, «muy ordenado y experto».
Al llegar a la posición de delantero centro, no dudó. Tiger Woods. «Ahí necesitamos al mejor del mundo, a un asesino del área, alguien que enchufe todo lo que le llegue». En efecto, esta era la principal característica del mejor Tiger, su oportunismo letal ‘en el área’. Lo que no significa sólo embocar mucho, sino sobre todo hacerlo cuando más importa, cuando más y mejor pueda influir en el resto del juego.
Justo lo que le ha faltado al de Castellón esta semana. Sergio aseguraba hoy al finalizar la ronda que se ha dejado una media de tres o cuatro golpes en el campo cada día. En realidad no hacía falta llegar a tanto: con un golpe de menos por vuelta le hubiera bastado para luchar por la victoria con ciertas garantías.
Resultados de la tercera jornada en el Thailand Golf Championship
