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Azinger le hace un flaco favor a su colega Stricker

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Paul Azinger.

No es difícil imaginar la cara de Padraig Harrington ayer frente al televisor relamiéndose después de fallar el corte en el Honda Classic. El discurso de Paul Azinger, comentarista de la NBC, nada más comenzar la retransmisión de la jornada dominical fue un regalo del cielo para el próximo capitán europeo de la Ryder Cup.

Les situamos por si andan perdidos. Azinger, flamante especialista de la cadena americana que tiene los derechos de televisión del golf, vino a decir en su relfexión inicial del día que tanto Fleetwood como Westwood, ambos en la pelea por ganar el torneo, tendrían que lidiar el domingo con la presión que supone ganar un torneo del PGA Tour.

El que fuera capitán de Estados Unidos en la Ryder Cup de Valhalla en 2008 dejó entrever que lo que realmente cuenta en el palmarés de un golfista profesional son sus conquistas en el PGA Tour y que lo que hagan en otros circuitos es algo claramente menor. «Van a tener mucha presión aquí. Hoy tendrán que demostrar si tienen realmente lo que hay que tener para ganar un torneo así. Puedes ganar todo lo que quieras en el Circuito Europeo o en otros circuitos internacionales, pero al final tienes que ganar en el PGA Tour», espetó.

Obviamente, para Azinger todo lo que ha hecho Fleetwood en su carrera hasta la fecha es algo menor. Por ejemplo, poco cuentan sus dos victorias en Abu Dhabi, torneos en los que, por cierto, por ranking mundial fueron notablemente más fuertes que el Honda Classic. Tampoco debe tener mucho peso su parcial de cuatro victoria y una derrota en la pasada Ryder Cup de París. Su debut, por cierto. O los segundos puestos en el Open Championship del año pasado y el US Open de hace dos años en Shinnecock Hills.

Las palabras de Azinger han levantado una enorme polvareda entre los golfistas, periodistas y aficionados de Europa. Ha dolido lo que ha dicho, aunque sobre todo cómo lo ha dicho, con un tono absolutamente arrogante, como si estuviera comparando el Alps Tour con el European Tour. La reacciones han corrido como la pólvora…

Sería de necios poner en duda que el PGA Tour es un circuito más poderoso que el European Tour, aunque parece innecesario el ninguneo. Quizá, al señor Azinger el European Tour le parece un juego de niños porque jugó siete torneos regulares en su carrera y ganó dos, quién sabe. Tiger Woods, por ejemplo, ha jugado 24, quitando obviamente Majors y WGC, y ha ganado ocho. Su media de victorias está por encima del 30 por ciento, mientras que en el PGA Tour la media es de poco más del 20 por ciento (ha ganado 49 regulares en 234 intentos). Son números simples que podrían hacer concluir a un analista que el European Tour es más fácil que el PGA Tour. Sin embargo, parece demasiado fácil…

Quizá, Azinger tiene en la cabeza estos datos (lo dudamos muchísimo), pero se le han escapado otros como que Patrick Reed, campeón del Masters de Augusta, de dos WGC y de cinco torneos regulares del PGA Tour, aún no ha sido capaz de vencer en un evento del Circuito Europeo a pesar de que ya ha jugado diez. A lo mejor es que ganar en el European Tour no es tan fácil como cree pensar Azinger… Quién sabe.

Sea como fuere, en año Ryder como estamos, a siete meses de la gran cita de Whistling Straits, Azinger le ha hecho un flaco favor a su colega Steve Stricker, actual capitán de Estados Unidos. Ha dado carnaza para la motivación de Europa y seguro que Harrington sabrá utilizarlo cuando llegue el momento. Stricker, por cierto, debutó en la Ryder como elección del capitán en Valhalla, de la mano de Azinger. Logró medio punto de los tres que disputó. Quién sabe si las palabras del comentarista no serán venganza por aquello, aunque Estados Unidos venciera con rotundidad en aquella edición. Desde luego, el grupo de Whatsapp de los jugadores europeos de la Ryder Cup ya tiene material para entretenerse en los próximos meses. Como si a Europa le hiciera mucha falta un extra de motivación…

En cualquier caso, tampoco se podía esperar mucho más de alguien que cuando Francesco Molinari tiraba el putt para ganar el Arnold Palmer Invitational el año pasado dijo: «Ahí está, ante el golpe más importante de su carrera». Seis meses antes, sin ir más lejos, el italiano había conquistado el Open Championship de Carnoustie.

Un día después de sus reflexiones en televisión, Azinger ha matizado sus palabras en Golfweek, aunque tampoco ha cedido demasiado. «No pretendía ser malicioso ni faltar el respeto a nadie, pero los golfistas juegan por dinero y prestigio y el PGA Tour es quien más tiene de ambas cosas».