Con la disputa esta semana del Turkish Airlines Challenge la segunda división del golf europeo, el Challenge Tour, coge carrerilla y ya no se tomará ni un respiro durante 22 semanas consecutivas (hasta el 23 de septiembre), antes de afrontar en octubre los cuatro últimos torneos, incluyendo la final de Ras Al Khaimah. Esto ya no hay quien lo pare.
La cita en el Gloria Golf Club (Belek, Antalya, Turquía) es sólo la tercera del calendario, pero curiosamente ya hay un jugador que podría dejar los deberes hechos para toda la temporada. Se trata de Lorenzo Gagli. El italiano, ganador en Kenia y líder de la Road to Ras Al Khaimah, consiguió la tarjeta del European Tour a través de la Escuela, circuito en el que ya ha disputado ocho torneos esta temporada, pero como quiera que su categoría es frágil (no tiene entrada en todos los torneos) no quería dejar ningún cabo suelto, disputando a su vez el Challenge. Y mejor no le han podido ir las cosas: si tomamos como referencia la cantidad mínima que hizo falta el año pasado para terminar dentro del top-15 del Challenge Tour (93.000 euros), la más cara de la historia del circuito, resulta que con un tercer puesto en solitario esta semana en tierras turcas ya tendría virtualmente asegurada su presencia entre ese grupo de escogidos (top-15) que consiguen la tarjeta del circuito europeo para la temporada siguiente.
Tenemos a seis españoles en juego. Por un lado Borja Virto y Adri Arnaus, que no han comenzado con buen pie la temporada en el Challenge y necesitan irse calentando cuanto antes. Por otro lado, cuatro jugadores más que han recibido invitación, Daniel Berna, Emilio Cuartero, Marcos Pastor y José Ignacio Marín, que tienen aún mayor necesidad de hacer ruido, puesto que sus oportunidades van a ser escasas.
