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Álvaro Quirós se da un respiro y suelta lastre

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Álvaro Quirós en Morgado Golf Resort. © Golffile | Eoin Clarke
Álvaro Quirós en Morgado Golf Resort. © Golffile | Eoin Clarke

Espléndida última vuelta de Álvaro Quirós (-9) en el Open de Portugal. Una tarjeta de 65 golpes en el Morgado course, ocho menos en el día y sin bogeys, para ganar más de cincuenta posiciones en el momento de firmar el resultado, aunque serán unas cuantas menos al final del día. Sea como sea, ha sido el mejor resultado de Quirós en más de dos años (desde que hiciera un 63 en China en abril de 2015), lo que sin duda tiene su valor, a pesar de que, en efecto, el recorrido del Morgado Golf Resort, no es un test de gran exigencia.

En todo caso, el balance que hace Quirós va mucho más allá del resultado y se centra más en el proceso que poco a poco puede y debe irlo llevando hacia arriba. Hay que pensar que hasta hoy aún no había bajado de 70 golpes en ninguna vuelta de competición del año 2017, así que las conclusiones deben ser positivas, pero moderadas y en su justa medida.

«Hoy he jugado mejor que el sábado, sí, pero no mucho mejor que el jueves. Lo que pasa es que el campo estaba hoy más indefenso, con los greenes muy bien a primera hora de la mañana y todo ayuda. Pero las conclusiones que saco van más allá del resultado y lo positivo es que puedo ver cosas buenas casi de cada día. El jueves, por ejemplo, hice -3 y jugué bastante bien, por lo que deduzco que el juego está ahí y me sigue costando sacarle brillo con los resultados. Y el viernes supe rehacerme en el campo, saliendo de una situación complicada y reaccionando para pasar el corte. Es cierto que la confianza la llevo todavía un poco cogida con alfileres y eso se notó más el sábado, pero ese día el putt me ayudó muy poco», ha indicado a Tengolf el jugador pocos minutos después de finalizar.

La cuestión es que, por encima de todas la cosas y del propio resultado de esta semana, Álvaro siente que ya está pegando mejor a la bola, con bastante más naturalidad y menos agarrado al palo, lo que prueba que el trabajo con Hernán Rey está dando sus frutos, porque dicho trabajo estuvo enfocado precisamente hacia la búsqueda de esa naturalidad desde que comenzaron a trabajar juntos. Queda mucho camino por recorrer, porque es cierto que su confianza y aplomo en el campo aún se resienten más de lo debido cuando comete algún error, pero la evolución es palpable.

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