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Lecciones de matemáticas y golf con Álvaro Velasco

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Álvaro Velasco. © Golffile
Álvaro Velasco. © Golffile

Álvaro Velasco es uno de los jugadores más correctos que te puedes encontrar en un campo de golf. Siempre tiene una sonrisa, que oscila más hacia arriba o hacia abajo según el golpe, pero da esa sensación de saber controlar la situación en todo momento.

Cumple, como Ten-Golf, diez años como profesional de golf, en los que ha subido y bajado del Challenge Tour al Tour Europeo con la misma soltura que la escalera mecánica del Corte Inglés, quedándose alguna temporada en la planta de oportunidades (combinando ambos circuitos). Aquí está ahora. Apasionado de los números, este culé de pura cepa ha sabido aplicar sus conocimientos de matemáticas para sacarle más rendimiento al golf.

“Empiezo esta temporada en el Challenge con muchísima ilusión. Ha sido un invierno largo, tranquilo y ya se acerca el comienzo con un nuevo torneo en Portugal, que puntúa para los dos circuitos. Este año trataré de aprovechar las oportunidades del Tour con los cambios que ha introducido, e intentaré una buena clasificación en Sicilia, Austria y República Checa, pero me centraré en el Challenge un año más”.

Álvaro Velasco. © Golffile
Álvaro Velasco. © Golffile

Hay que ser realistas y reconoce que “es duro volver al Challenge Tour pero básicamente porque te demuestra que no has dado la talla para estar en el Tour Europeo. Hay que hacer un ajuste mental y emocional para tenerlo claro y centrarse en lo que vas a jugar. Para mi cada competición es diferente, ya sea Tour o Challenge, trato de hacerlo lo mejor posible y aparcar esa sensación de si estoy en un sitio u otro y centrarme en competir”.

«Es duro volver al Challenge porque te demuestra que no has dado la talla en el European Tour»

Veli, como le llaman sus colegas, cumple diez años como profesional de golf: “Pasan rápido, pero la verdad es que han pasado muchas cosas. Los primeros años los recuerdo apasionantes; empecé en el Circuito Nacional y pasé al Challenge donde jugué dos años para dar el salto al Tour. Fue una buena progresión, por el camino jugué grandes torneos, tuve muy buenas experiencias, fue muy bonito. No sabría elegir mi mejor momento porque los hubo muy buenos tanto como amateur –cuando gané el Campeonato de España absoluto que fue una experiencia increíble o la Copa Biarritz. un torneo muy especial- como mis tres victorias en el Challenge, cada una con recuerdos muy diferentes pero las tres súper especiales”.

«La victoria en el Campeonato de España fue una experiencia increíble»

A partir de ahí, perdió la tarjeta, volvió, la volvió a perder… “Desde 2011, que fue mi último año completo en el Tour, he pasado más tiempo en el Challenge intentando volver, pero sin jugar a buen nivel. En estos años ha habido una mezcla de experiencias, sensaciones, frustraciones, decepciones, alegrías muy cortas y, sobre todo, mucho aprendizaje personal, conocerse mejor a uno mismo y el golf como deporte”.

Álvaro Velasco. © Golffile
Álvaro Velasco. © Golffile

Y ahí es donde ha encontrado la forma de aplicar sus conocimientos matemáticos para la mejora de su rendimiento: “Llevo unos años metido en estadísticas, números y análisis. Me apasionan los números, siempre se me han dado bien y me han ayudado a sacar claves personales, mejorar y entender mejor el golf. Me gusta estudiar todo y me di cuenta de que aplicando los números podemos entender mejor el material y sacarle mucho más partido, y los números son aplicables a todos los aspectos del golf. Hace 10 años no estaba tan pendiente de aprender; cuanto más aprendes, más cosas quieres saber y aparecen. El golf es ilimitado”.

«El golf es ilimitado y los números se pueden aplicar a todos los aspectos»

Por supuesto, también ha aplicado las matemáticas a su rendimiento, y a encontrar el por qué de tanto vaivén entre los dos circuitos: “La clave está en mi nivel de golf, sin duda. Se junta con que el listón del Challenge ha subido de forma espectacular, casi no hay diferencia con el Tour, es un corte más que tienen que hacer antes de los torneos y es cada vez más difícil y exigente estar allí lo cual se traduce en un golf espectacular el que hay que tener en el Tour, que básicamente exige mucho desde el tee y ser muy bueno alrededor del green, y esos son los puntos débiles de mi juego y en lo que me he centrado siempre”.

«Ya casi no hay diferencia entre el Challenge Tour y el European Tour»

Pero en cuanto a su técnica, no es un jugador de grandes cambios “no soy muy técnico, soy muy cabezota en ese sentido, y durante mucho tiempo trabajé solo. Con el tiempo he formado un equipo al que estoy súper agradecido, y me estoy formando mucho mejor aunque los resultados aún no lo muestren. Nunca me he metido en un cambio profundo del swing, soy un jugador de sensaciones y desde el año pasado he recuperado sensaciones que llevaba tiempo sin experimentar”.

Es difícil sacarle del mundo de los deportes, le gustan todos. Le hablas de Messi y se le ilumina la cara, sobre todo cuando una madridista reconoce que es un genio. Entonces se le hincha el pecho y la sale la vena culé. “También el Barça tiene sus momentos, y ahora está siendo difícil pero como en todo deporte, hay que luchar hasta el final. Me encanta el fútbol, pero no me gusta cuando saca lo peor de la gente. El fútbol es para disfrutarlo. Mis ídolos siempre han sido deportistas. Soy de Seve, por supuesto. En fútbol, de pequeño era de Laudrup, pero reconozco que para mí fue una desilusión cuando se fue al Madrid… y ahora Messi, por supuesto que Messi. También Nadal, pero me encanta ver a Federer otra vez arriba, me gusta muchísimo su estilo, que gane siempre, menos cuando juega contra Nadal”.

«Me encanta el fútbol, pero no me gusta cuando saca lo peor de la gente»

De gestos elegantes, cumple a rajatabla las reglas de cortesía del golf. Es un señor dentro y fuera del campo aunque reconoce que “todos hemos tenido momentos de frustración en los que te salen gestos malos. Vas acumulando tensión y si no eres capaz de asumirla, superarla o limpiarla, en algún momento puede salir”. Y confiesa que, jugando en Noruega hace tres años, iba sin caddie, estaba en el tee de salida del último hoyo y llevaba todo el día sin buenas sensaciones y jugando mal, necesitaba acabar bien. “Tenía muy claro el golpe que iba a pegar, y salió completamente opuesto. Di una patada a la rueda del carro con tan mala suerte que la reventé. Saqué toda mi frustración contenida y fue vergonzoso. ¡Devolví el carro roto, fui a dar explicaciones y a pagar el carro, claro! Lo recuerdo con vergüenza, y encima, venía Marta, mi mujer. ¡¡Fatal!!”. Esto ha ocurrido en contadas ocasiones.

Echando la vista atrás “creo que mi peor momento profesional fue cuando me lesioné la muñeca izquierda. Estaba jugando muy bien y en el Rolex Trophy de 2012 me lesioné. Lo mejor de la temporada estaba por llegar y se me escapaba por la lesión. Estuve muy perdido, incluso me infiltré para tratar de jugar Kazajistán pero no pude. Fue muy duro porque no sabía cuándo iba a volver a competir, la temporada acababa y mis objetivos se iban esfumando”.

Álvaro Velasco. © Golffile
Álvaro Velasco. © Golffile

Y no duda en afirmar que “la competición más dura que he jugado es la Escuela. No sé cuántos años he tenido que ir, sólo que la primera vez fue en 2004 cuando todavía era amateur. Nunca se me ha dado bien. Es totalmente psicológico, pero llegas fundido al final de temporada y la juegas arrastrado. Allí sufrimos todos mucho”.

«La competición más dura que he jugado es sin duda la Escuela… y no se me ha dado bien»

“Me llevo bien con todos los jugadores, somos todos muy diferentes y entiendo que, entre unos y otros, no se lleven bien, pero yo trato de ver lo mejor de cada uno y tengo grandes amigos”, un ejemplo más de su clase, es uno de los más queridos y respetados “aunque por proximidad tengo más relación con los catalanes”.

Es de los que creció golfísticamente hablando inspirado por Seve y se emociona hablando de la última chaqueta verde: “Disfruté muchísimo viendo ganar a Sergio el Masters… Es un torneo que me gustaba ver desde que era muy pequeñito, incluso antes de empezar a jugar al golf, íbamos a casa de unos amigos de mis padres. Llevo muchos años deseando que gane Sergio Este año veías que sí, que cuando parecía que se le escapaba lo recuperaba y no lo iba a soltar… Esos últimos seis hoyos los disfruté como un enano, lo viví como si estuviese allí mismo. Es una inspiración para todos. Tengo muchas ganas de ver lo que viene con Sergio y con Jon Rahm, y con las chicas, estoy seguro de que van a pasar cosas muy bonitas”.

Y de momento él se centra en su temporada, que está a punto de empezar: “Creo que hay que marcarse objetivos, ya te digo que soy muy de números y estadísticas, y mi objetivo es el Tour Europeo por dos vías: o quedando entre los 15 primeros del Challenge Tour, o ganar uno de los tres torneos de ambos circuitos”.

Alguien puede pensar que es frustrante pasar tanto tiempo en el Challenge, o de qué vive un jugador del Challenge donde los premios no son tan cuantiosos y los gastos sí. “En ese sentido hay que ser muy previsor, y hacer un buen uso de tus ganancias siendo muy consciente de que la vida de un deportista profesional puede ser una montaña rusa, un día estás arriba y al día siguiente puede que no, porque influyen infinidad de cosas. Y en cuanto a seguir en el Challenge… a mí lo que me gusta es competir, donde sea, me apasiona, y compito a por todas allá en el circuito que en ese momento me corresponda jugar”.

Lo dicho, un señor, y matemáticamente ha llegado el momento de saltar al Tour y quedarse una buena temporadita, que es donde debe estar.