Inicio Grandes Circuitos HotelPlanner Tour Ángel Ayora activa el ‘modo Scheffler’
El español entrega una gran tarjeta de 65 golpes y continúa como líder del torneo

Ángel Ayora activa el ‘modo Scheffler’

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Como quien no quiere la cosa. Sin la sensación de estar haciendo nada extraordinario, Ángel Ayora (-17) continúa como líder en solitario de la Final de la Road to Mallorca tras la segunda ronda del torneo. Qué facilidad para que parezca sencillo lo más complicado.

La jornada se ha visto marcada por un parón de casi dos horas cuando al andaluz todavía le faltaban tres hoyos por delante. No ha tenido problemas y ha cerrado una tarjeta 65 golpes y libre de bogeys.

A falta de 36 hoyos saca tres golpes al segundo clasificado Kristoffer Reitan (-14) y cinco a Rasmus Neergaard-Petersen. Oliver Lindell (-10) es cuarto a siete golpes del español. Ayora va abriendo hueco.

Seguir a Ángel en un campo de golf es un ejercicio más que recomendable. Sin embargo, cuando uno empieza a analizar lo que está viendo puede tener la sensación de que no hay nada impresionante, algo que llame poderosamente la atención, un golpe en posición inverosímil, una recuperación portentosa o algún gesto ostentoso. No. Sin meterse en líos, hace que parezca todo sencillo.

No hay intención de comparar, pero Angel se está desenvolviendo en Alcanada al mas puro estilo Scottie Scheffler.

¿A qué nos referimos exactamente? Pues que en días como hoy Ángel juega muy fino desde el tee, pega hierros precisos y emboca los putts. Qué sencillo suena y saben todos bien lo difícil que es lo que se acaba de escribir. Una cosa es que se diga que parezca sencillo y otra que se tenga muy claro que es algo muy complicado de conseguir.

En esta segunda jornada el español no ha fallado ninguna calle, si nos ponemos puristas ha fallado dos, pero realmente ha sido por un metro y en un primer corte de rough en el que apenas hay diferencia.

En toda la ronda el putt más comprometido de par que ha tenido ha sido de un metro y medio y ha sido nada más volver de un parón de dos horas. El green tenía mucha agua y era muy difícil saber cómo afrontar el golpe. El resto del día se ha ido fabricando opciones de birdie una detrás de otra. Ha hecho siete, podían haber sido nueve o diez y todos en una horquilla menor a los seis metros. Lo cual habla muy a a las claras de lo preciso que está siendo con los hierros. No han hecho falta ‘puritos’ y la media en esos putts que ha convertido en birdies ha estado en torno a los dos o tres metros.

Desde la segunda bandera del jueves encadena 34 hoyos sin fallo. Todo muy al estilo del Número Uno del Mundo. Cuando se le pregunta por la comparación, Ángel no la rehuye y la pone en su sitio: «Pues sí he jugado muy bien y se podría parecer por estilo, la única diferencia es que yo lo he hecho dos días seguidos y él lo hace constantemente».

Con los resultados actuales el jugador de veinte años se coloca también líder provisional del ranking anual: «Verme ahí arriba es una ilusión y una motivación. Queda mucho y tengo que intentar evitar darle demasiadas vueltas y además no está del todo en mi mano. Si Rasmus es segundo me supera, así que a disfrutar. Me haría muchísima ilusión no me engaño, pero queda mucho por delante».

Para cerrar el día, Ángel ha recibido la visita sorpresa de tres amigos de la infancia que han querido viajar y arropar a su amigo para lo que se viene por delante.

Por otro lado, no ha sido el día de Joel Moscatel. El catalán ha entregado una vuelta de par en una ronda en la que las cosas no han ido de cara en ningún momento. Moscatel ha sabido aguantar el envite del campo y recuperar con dos birdies en las últimas tres banderas el parcial de +2 que llevaba. Par del día y cinco menos en el total. El líder está lejos, pero el segundo puesto se encuentra a cinco golpes. Muy recuperable para un jugador de la talla de Joel. Su decimotercer puesto le hace escalar un puesto hasta la octava plaza del ranking anual.

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