El exclusivo Rolex Trophy de Suiza ha comenzado con un auténtica explosión de birdies…Había que ir en quinta todo el tiempo para no perder comba. Daniel Vancsik (-10) manda en el festival con un golpe de ventaja sobre Kristroffer Broberg, sobrenatural lo suyo, y dos sobre Andreas Harto, Alexandre Kaleka y Peter Uihlein. Tal ha sido el destrozo en el Geneva Golf Club que los 66 ni siquiera han conseguido meterse en el top ten. Los datos son tremendos.
De los 42 jugadores que participan en esta exclusiva cita del Challenge Tour que no tiene corte, sólo dos han jugado bajo par y 35 han ganado al campo, entre ellos los tres españoles presentes en tierras suizas. Eso sí, no sólo valía con jugar bajo par, había que hacer muy pocas para dejarse ver por los puestos punteros. Hasta diez jugadores, es decir, casi una cuarta parte de los que participan, han entregado tarjetas sin bogeys.
Carlos Aguilar y Eduardo de la Riva, con 67 golpes cada uno, han conseguido mantener más o menos el ritmo de birdies necesario. Se han situado en la decimocuarta posición, a dos del top ten y a cinco de la cabeza. Más atrás ha empezado Álvaro Velasco, que también ha ganado al campo, aunque sólo con 71 golpes, un resultado que en estas condiciones es insuficiente para meterse en cabeza.
Arriba se han colocado jugadores importantes, aunque la mención especial debe ser para Broberg. Lo de este jugador sueco es impresionante. Ganó hace tres y dos semanas en el Challenge y el sábado pasado fue tercero en Dinamarca. No está por la labor de bajar el pistón. Su parcial en agosto es abrumador: -57 en trece vueltas. Es decir, a una media superior por vuelta al cuatro bajo par. Bestial. Hace apenas tres semanas nadie lo conocía fuera de Suecia.
