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Con un ojo en el viento y otro en la exhibición del ‘árbitro’ García Pinto

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Jordi García Pinto recoge el trofeo al equipo clasificado en segunda posición en el ProAm.

Jordi, calienta que sales. Más o menos así ha sido la escena este mediodía en el Club de Golf Alcanada, sede esta semana de la gran Final del Challenge Tour. Jordi es García Pinto, árbitro del European Tour que aún se encuentra en periodo de aprendizaje y que hasta anteayer estaba por dentro de las cuerdas peleando por la tarjeta.

Él está en Mallorca en condición de árbitro. Sin embargo, aunque últimamente no tiene mucho tiempo para practicar, Jordi aún mantiene su estatus de profesional de golf y por ello este mediodía echaron mano de él para una contingencia. El holandés Daan Huizing ha sentido unas pequeñas molestias en la espalda y con lo mucho que hay en juego ha pedido a la dirección del Challenge no jugar el ProAm y evitar riesgos.

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En ese momento ha sonado el teléfono de Jordi. Le han pedido salir a jugar. Ni siquiera tenía palos, pero ahí es cuando ha estado al quite Federico Páez, director del torneo, español y de Mallorca, para prestarles los suyos que los llevaba en el coche. Jordi ha salido a jugar nueve hoyos (el formato es un solo equipo de tres amateurs con dos profesionales, uno por los nueve primeros y otro distinto por los nueve segundos), se ha hecho tres birdies con bastante viento y su equipo ha terminado en segunda posición. Está claro que quien tuvo, retuvo. El propio Jordi confesaba a Tengolf en Madrid, durante el Open de España, que ahora mismo las pocas veces que salía a jugar con amigos, lo hacía mejor que antes. No estaba de farol. No hay nada como jugar al golf bien, con el fantástico swing que tiene García Pinto y sin la presión de la competición.

Precisamente el viento, presente en el ProAm, puede ser uno de los protagonistas esta semana en Alcanada. Al menos eso dicen las previsiones. Va a soplar todos los días de una manera más o menos constante, aunque todos los ojos están puestos en el viernes. Se espera mal tiempo en toda España y los cálculos ahora mismo en Alcanada son de un viento constante de 40 kilómetros por hora y rachas que podrían superar los 55. Una cosa muy seria.

Esta previsión, de hecho, ha condicionado en cierto modo la preparación del campo. Los greenes están muy duros, pero no se les puede ir la mano con la velocidad porque se pondrían injugables para la segunda ronda. En cualquier caso, están muy firmes y no será fácil controlar la bola en esas superficies y con el viento que se espera. El rough no está muy alto, pero sí va a inlfuir. Es de ryegrass y bermuda en la parte de abajo. Si la bola se queda hundida, será difícil controlar su trayectoria.

Los más expertos aseguran que el resultado ganador podría andar entre el -14 y el -16. Si no hiciera viento, seguramente se harían muy pocas, ya que el campo no es muy largo y se juega abierto, pero no faltará a su cita esta semana su gran defensa.