Sean Crocker (-20) es el nuevo líder del Kazakhstan Open. El joven norteamericano ha desatado un torbellino de birdies que se ha traducido en unos números extraordinarios. Conviene estar sentado antes de seguir leyendo. Hoy ha hecho diez birdies sin fallo para una vuelta de 62 golpes. A falta de tres hoyos ya iba diez bajo par, poniendo en el punto de mira el mítico resultado de 59. Suma 26 birdies en 54 hoyos, es decir, prácticamente la mitad, y ha conseguido hacer birdie a 15 de los 18 hoyos del campo. Los únicos que aún no han perdido la ‘virginidad’ son el 1, el 5 y el 18. Un auténtico huracán.
Crocker, eso sí, aún no tiene ganado, ni mucho menos el torneo. Primero porque venía desde más atrás y segundo porque los de arriba han seguido jugando muy bien. Así, después de la tercera ronda en el Zhailjau Golf Resort de Almaty, tiene un golpe de ventaja sobre el escocés Liam Johnston (-19), dos sobre Tom Lewis (-18) y tres sobre Ben Stow (-17). La lógica dicta que la victoria debería estar mañana entre estos tres jugadores.
Si lo de Crocker ha sido un huracán, lo de Adriá Arnaus (-11) bien podría calificarse de ciclón. Ha sido también casi la tormenta perfecta. Ha hecho 65 golpes, la tercera mejor vuelta del día, con ocho birdies y un bogey y, de nuevo, ha conseguido hacer pleno de birdies en los cinco pares 5. Inapelable. Ha firmado un Día del Movimiento como mandan los cánones. Ha recuperado muchos puestos en la clasificación y, aunque la victoria no está a tiro, sí que puede certificar mañana su ‘ascenso’ virtual al European Tour. Está a dos golpes del top ten, un resultado que le daría la tarjeta para el próximo año. Prácticamente le aseguraría el top 15 de la Race to Ras al Khaimah a falta de cuatro torneos más la final.
El reverso de la moneda ha sido Álvaro Velasco (+2). Hoy ha entregado una tarjeta de 78 golpes y se ha dejado muchas posiciones en la clasificación.
