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Donde los héroes recuperan sus poderes…

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Historias de la Fábrica

Finalizada la durísima temporada del Challenge Tour, hay historias maravillosas detrás de cada uno de los jugadores, sobre todo de superación y de resiliencia –ahora tan de moda–. De entre todas ellas me gustaría centrarme en dos: Oliver Wilson y Andrew Johnston.

Porque si el Challenge es “Where the heroes are made”, yo diría que es mucho más “where the heroes are remade”; no es únicamente el circuito donde formarse y empezar, sino también donde vuelves a tomar impulso cuando las cosas no te han ido bien, es tu segunda oportunidad.

Una segunda oportunidad es lo que han tenido Oliver Wilson y Andrew Johnston, dos jugadores con trayectorias muy distintas. Ambos han coincidido en diferentes torneos durante este año, tanto en el Challenge Tour como en el Tour Europeo, en una temporada realmente dura, pero con premio final.

Siempre es muy gratificante trabajar en un torneo del Challenge Tour al que acuden jugadores de renombre, porque le dan mucha categoría al torneo y supone un reto para el resto de los jugadores, pero cuando ambos coincidieron en el Challenge de Catalunya reconozco que yo pensaba, ¿cómo puede ser que Wilson, un jugador de Ryder Cup, esté aquí, tratando de recuperar su swing? Pues así es el Challenge Tour.

Hago un brevísimo repaso del historial de cada uno de los británicos: Oliver Wilson tuvo un comienzo brillante en el Tour Europeo, donde a pesar de no haber logrado victorias, firmó nueve segundos puestos entre el 2006 y el 2009, motivo por el cual se clasificó para disputar la Ryder Cup de 2008.

Por su parte, Andrew Johnston, a quien se le conoce con el mote de ‘Beef’ tuvo también un fuerte comienzo para ganarse el derecho a disputar el Tour Europeo en 2012. La falta de confianza, swing, juego y distancia fue lo que hizo a Wilson perder la tarjeta, y lo mismo le ocurrió a Johnston, debido a una lesión de muñeca. Total, que se vieron las caras en el Challenge Tour.

El año 2014 era un reto para ambos. Objetivo: ganarse el derecho a volver con los mejores en el Tour. Así, ambos jugadores coincidieron en trece pruebas en las que Johnston iba sembrando una buena temporada, al contrario que Wilson. Andrew abrió su veda en el Challenge de Catalunya, con un tercer puesto al tiempo que Wilson terminaba al final de la tabla una vez hecho el corte. Después, Johnston fue quinto en el Challenge de España de la Gomera, y a partir de ahí logró siete top 10 más, entre ellos dos victorias que le llevaron a coronarse Nº 1 del circuito y, por tanto, jugador del Tour Europeo para el 2015.

Wilson, sin embargo, no ha tenido una temporada gloriosa. Su mejor resultado hasta el mes de octubre fue un 17º en el Challenge de Kenya. Súper frustrante para un jugador de Ryder Cup. Pero así son las segundas oportunidades. Ambos consiguieron invitación para el Alfred Dunhill Links Championship y Wilson la supo aprovechar, imponiéndose magistralmente en el torneo frente a jugadores de la talla de McIlroy, Ramsey o Fleetwood, en una pelea por el título que le devolvería al Tour Europeo por la puerta grande. Poulter afirmó que todos los jugadores del Tour celebraban con alegría el regreso de Oliver entre ellos.

En la vida, no todo el mundo tiene la suerte de disfrutar de una segunda oportunidad, por eso tiene mucho mérito que el Challenge Tour se la ofrezca a estos jugadores, y que sepan aprovecharla. Cada año tenemos ejemplos así en el Challenge Tour. Bravo.

Es el circuito donde se forman los héroes, y también donde se confirman, donde regresan. Y esto me trae a la mente la magnífica labor de ‘bautismo del golf’ que lleva a cabo la RFEG –iniciando a la gente en este deporte maravilloso–. Eso sí, les insisto que, tras el bautismo, deberían llevar a cabo la confirmación, para que muchos, entre los que me encuentro, tengamos una segunda oportunidad en este complicado mundo del golf.