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Dos bolas coqueteando en las puertas del infierno…

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La mayoría de las grandes vueltas también tienen que contar en algún momento con el factor de la buena suerte.

En golf, dos centímetros son mucho más que en cualquier otro deporte…

Dos centímetros en fútbol, por acudir al deporte rey, pueden decidir si un balón entra o no entra en la portería del rival. Lo que nunca podrán determinar es que no entre y encima te marquen uno o dos goles en la tuya… En golf esto sí es posible. En una bola que se va o no al agua deslizándose por la escapatoria de un green puede ir una diferencia de birdie a doble bogey. Un ejemplo práctico.

Antonio Hortal venía hoy completando una ronda plena de control y al alza, haciendo birdies aquí y allá. Pero en el hoyo 15, par 3, un tiro que no era tan malo salía demasiado por la derecha y por un momento el jugador pensaba que estaba en el agua. De hecho, tres centímetros más de rodada a la derecha y se hubiera mojado seguro, echando por la borda todo el trabajo de una ronda muy bien llevada. “Yo creo que esa bola sí que la ha parado Dios”, comentaba casi pensando en voz alta mientras caminaba hacia la oficina de entrega de tarjetas.

Pero es que en el 18, par 5, después de mandar la bola a un bunker de green de segundo tiro, con el lago justo enfrente y la bandera al fondo y recibiendo cuesta abajo, la sacada le salía más larga de la cuenta… Por un momento pareció que esa bola no dejaba nunca de rodar y que terminaría bañándose. Pero se paraba a un palmo del inicio de la pequeña y fatal pendiente, atendiendo a la orden que desde la arena le mandaba el jugador: “¡para!”.

Si ambas bolas hubieran acabado en el agua, no podría decirse con la cabeza fría que el juego de Hortal se hubiese desmadejado, o que hubiera sido malo, ramplón, y sin embargo ahora estaríamos hablando de un resultado muy distinto (quién sabe, a lo mejor en vez de un 68 habría sido un 71…) y de unas expectativas de futuro menos generosas, pensando en la ronda definitiva de mañana sábado, en la que el madrileño se juega la tarjeta del circuito europeo.