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Hablamos con Manolo Barrionuevo, caddie del último ganador y jugador de moda del Challenge Tour

El apasionante viaje de Max Rottluff visto desde el asiento del copiloto

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Max Rottluff
Max Rottluff, en el ISPS Handa World Invitational de Irlanda del Norte.

Max Rottluff aún no había nacido cuando Manolo Barrionuevo ya había cargado la bolsa de su tío Txomin Hospital en algún torneo del Circuito Europeo. Son más de 30 años ejerciendo la profesión de caddie junto a nombres como Carlos Rodiles, Canonica, Olazábal, Pablo Martín, Álvaro Quirós, Scott Fernández, Pedro Oriol o Gonzalo Fernández Castaño. En este tiempo, este malagueño que compagina su pasión por el golf con su profesión de corredor de seguros, ha desarrollado un sexto sentido con los jugadores. Lo ve antes y mejor que otros.

Con Max apenas necesitó cinco minutos de charla para decidir que se subía al barco. El Challenge no es el circuito más atractivo para un jugador, mucho menos para un caddie, pero a Manolo le atrapó el proyecto. El pasado domingo ganaron juntos el Indoor Golf Group Challenge de Suecia y han puesto muy a tiro la tarjeta del DP World Tour. Ocupa la novena plaza en la Road to Mallorca y los veinte primeros al final del año consiguen la tarjeta.

«Aún queda, no hay nada hecho, ya sabemos lo difícil que es esto, así que hay que seguir haciendo bien las cosas y apretando. Hay que pensar en grande. Vamos a ir a por la tercera victoria», asegura Barrionuevo a Ten Golf. Porque Max ya ha ganado dos veces este año en el Challenge Tour, una en los albores de la temporada, en Abu Dhabi, cuando no tenía caddie fijo, y ahora en Suecia con Manolo.

El viaje de Max Rottluff es apasionante. Es un alemán de 30 años que vive en Baltimore, su tercera residencia desde que salió de la universidad, aunque ya está a punto de preparar la cuarta mudanza. Su mujer es médico y él va con ella donde haga falta. Probablemente, esa inestabilidad no es lo mejor para la carrera de un golfista, pero Max tiene claro que la familia es lo primero. Fue un jugador muy destacado como amateur, de lo mejor de Estados Unidos en sus tiempos en Arizona State, donde compartió equipo y victorias con Jon Rahm.

Su paso a profesional no salió tan bien como esperaban todos, incluido él mismo. Llegaron a colgarle la etiqueta del nuevo Kaymer, pero los resultados no llegaban. Tirar la toalla nunca fue una opción y no dudó en jugar en todos los circuitos posibles, allá donde hubiera un hueco, lo intentaba. Era un jugador llamado a cosas grandes, pero no se le caían los anillos por bajar al barro para alimentar su sueño de construir una gran carrera.

Ahora, en plena madurez, atraviesa por su mejor momento. Está brillando con luz propia en el Challenge Tour y ya en el horizonte comienza a divisar el Circuito Europeo. «Mi primer torneo con él fue el Porsche European Open en Alemania. Me llamo Ricardo Relinque (agente de Gonzalo Fernández Castaño, Alex del Rey y David Puig, entre otros), que siempre ha apostado por él, y me ofreció su bolsa, me propuso que probara en el Porsche y después tomara una decisión. Me gustó mucho de primeras, conectamos rápido, aunque el torneo no fue muy bien. Pegó malos golpes y hubo un momento que me miró con una cara como diciendo ‘te prometo que yo no soy así’… Le dije: sé que eres muy bueno, tranquilo, voy a ser tu caddie en los próximos torneos», explica Barrionuevo.

Llevan ocho torneos juntos con un balance de una victoria, cinco cortes superados y un gran duodécimo puesto en el ISPS Handa World Invitational de Irlanda del Norte, torneo de la primera división. Manolo no tiene ninguna duda de la capacidad de Rottluff. «Me recuerda a Francesco Molinari. Es ese tipo de jugador. Pega una bola bastante neutra, que si acaso hace algo de fade. Va muy recto, un maquinita. El approach lo hace muy fácil, de búnker es bastante bueno y puedes estar muy tranquilo en los putts de dos metros hacia abajo. Yo he estado ya con muchos jugadores y he visto de cerca a los mejores del mundo, sin embargo tengo que admitir que me impresionó cómo le pegó a la bola la semana pasada en el Landerkyds de Suecia, sobre todo a los wedges», explica.

Con la prudencia lógica de un deporte como el golf, se puede decir que la victoria de la semana pasada se veía venir. Cierto que antes de la mini-gira de dos torneos por Suecia no lo estaba pasando bien. Nada más aterrizar en Inglaterra para jugar el British Challenge recibió una llamada de su hermana para decirle que su abuela había fallecido de manera repentina. Esa semana lo pasó mal, pero se tomó 15 días de descanso y llegó nuevo, con la cabeza limpia y el swing inmaculado. «Nos dio mucha rabia que se suspendiera la última jornada del Dormy Open porque estaba jugando muy bien y habría terminado muy arriba y la semana pasada fue espectacular. Dos veces en mitad de las vueltas, ya no me acuerdo si el segundo y el tercer día, recuerdo que me miró y me dijo: está semana voy a ganar… y ganó. Estaba incluso más agresivo que yo, repleto de confianza, así que me quité de en medio y casi lo dejé solo. Fue espectacular».

Personalmente, Rottluff también es de los que deja huella. «Está muy preparado, es inteligente, muy serio en el trabajo y simpático. Es algo introvertido, le gusta llevar sus cosas por dentro, pero se está muy a gusto con él», explica Manolo. Es de esas personas que te apetece que triunfen, que culminen su viaje con éxito.

Max es íntimo amigo de Jon, tienen una complicidad muy especial. De hecho, cuentan sus compañeros de universidad que Rottluff era amigo de Kelley, la esposa de Jon, y fue él quien los presentó por primera vez. «Imagino que estará cansado de que le pregunten una y otra vez por Jon, pero él no tiene ningún problema y habla muy bien de Rahm. Incluso, a veces pegando algunos golpes dice: pues Jon este approach lo hace de esta manera o esta otra… Son muy buenos amigos», explica Barrionuevo.

Esta semana juegan el Challenge de España en Playa Serena, Almería, la siguiente es Portugal, y terminan el año en Francia, China y la final del Challenge en Mallorca. Es el sprint final, la última cronometrada de un viaje apasionante con un copiloto español de primer nivel. Destino final: DP World Tour.