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«En el 17 vi la situación y no lo pensé, me metí en el agua hasta las rodillas»

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Nacho Elvira llega a Omán felizmente cansado. Muchas sensaciones, mucho trajín. Dedica el tiempo a leer y responder los mensajes que le han llegado a borbotones en las últimas horas tras su victoria en China. Aún saborea el título y el nuevo escenario que se le abre. Piensa ir a por todas. Entre mensaje y cabezada responde a Ten-Golf. «La última jornada fue un cóctel de emociones», resume.

Impactado al ver los greenes del Foshan Golf Club por primera vez…«Llevaba un par de semanas en el Challenge jugando bastante bien y sobe todo pateando muy bien, a todos los torneos vas siempre con intención de ganar o de hacerlo lo mejor posible, aunque si soy sincero una vez que llegué y vi el campo me entró un pequeño sudor frío. El campo es un gran diseño con calle anchas y no muy largo, pero donde se complicaba de verdad era en los greenes, eran unos greenes enormes y muy, muy movidos, a lo que se le añadía que eran de bermuda lo cual hacía más complicada su lectura. Así que después de entrenar y tener una pelea con los greenes sabía que para conseguir el objetivo de meterme entre los 45 primeros del ránking iba a tener que hacer el doble de esfuerzo con los greenes».

La clase de putt de Andrea Pavan y el nuevo ‘arma’… «En el Challenge de Italia estaba pasando por un momento complicado ya que estaba dándole muy bien a la bola, pero pateando muy mal, lo que me llevó a tener una desconfianza terrible con el juego. Andrea me vio un poco fastidiado, se me acercó y me preguntó que si quería me echaba una mano con el putt… Y me dije: de perdidos al río; total mucho peor no va a poder ir. Técnicamente no fueron cambios drásticos, simplemente intentar llevar el putt un poco más en la línea e intentar adelantar la bola un poco más en el stance. Esos dos consejos vinieron acompañados con un putt que tampoco tenía nada especial, pero que ha funcionado a las mil maravillas hasta el día de hoy. El putt es un Odyssey V-LINE.

Así fue la última jornada jugándose el título…«Fue un cóctel de emociones. Empecé muy tranquilo porque sabía que estaba jugando bien y que la estrategia que había hecho a lo largo de la semana estaba funcionando. Lo único que no paraba de repetirme era que pasara lo que pasara no cambiara mi estrategia y continuara con la misma actitud que había tenido los días anteriores. Obviamente fue mucho más complicado y cuando los putts no entraban y los birdies no salían lo único que me repetía era tener la cabeza en el siguiente golpe que iba a pegar, que por muchos golpes que hubiera fallado no tenían ninguna importancia porque seguía estando ahí arriba y sólo importaba el siguiente. Y fue entonces cuando llegué al hoyo 18. Tuve un putt de cuatro metros para ganar y le dije a mi caddie que no importaba los putts que no habían entrado, que ése era el que importaba en ese momento y lo iba a meter. Quizás, mantener la mente en el presente fue lo que me ayudó durante los momentos difíciles de la última vuelta».

Esa recuperación mágica en el hoyo 17 que nunca olvidará…«La recuperación del 17 es sin lugar a dudas la mejor recuperación que he hecho en mi vida, no sólo por el golpe, sino por el momento en el que sucedió. Mi compañero de partido acabada de hacer dos birdies en los tres últimos hoyos y se puso a un golpe, y Shiv Kapur iba -14 empatado conmigo. Yo fallé mi drive a la derecha en el 17 y tenía un tiro desde el rough muy largo a la bandera, 186 metros, viento de cara, cogí el hierro 4 y se me cerró un poco la cara y salió directa al agua de la izquierda… Quizás fue el destino, pero quedó en el borde del agua. Eso sí, claro, la única manera de jugar la bola era metiéndome dentro del agua. Vi la situación en la que estaban Shiv y Sam, empatados conmigo y yo en el agua y no lo pensé dos veces, me quité el zapato, me quité el calcetín, me arremangué el pantalón y metí la pierna hasta la rodilla en el agua, subí el palo, lo bajé y sólo vi que la bola salía hacia la bandera, y por el griterío de la gente supe que se había quedado cerca, dos metros más o menos. Agarré el putt y es de esos momentos que sabes que va a entrar, después de un golpe así. Me puse a la bola y entró por el centro».

El hoyo 18 se convirtió el domingo en un monstruito… «Todos los días había soplado viento en contra, lo cual hacía casi imposible llegar de dos, puesto que hay un lago de unos 400 metros que bordea todo el hoyo. Eso, unido a la presión y a la posición de bandera, lo hacía mucho más compliado de lo que a primera vista parecía los tres días anteriores». 

El nuevo escenario con el Circuito Europeo en el horizonte… «Después de esta semana, por supuesto, mis objetivos han cambiado un poco. El Circuito Europeo es el objetivo final, pero aún quedan dos semanas en el Challenge muy duras y hay que afrontarlas con la misma mentalidad que las 18 anteriores. Y si al final consigo estar entre los 15 primeros, habrá sido un gran regalo inesperado después de cómo comenzó la temporada.

La catarata de mensajes de felicitación… «Pues en China no funciona ni el Facebook ni el Twitter así que imaginaros cuando he llegado a Omán y finalmente los he abierto… ¡¡ha sido la BOMBA!! Han sido muchos y muy diferentes, pero si digo la verdad ¡con cada uno que leía me emocionaba más y me hacía recordar todo lo que he pasado esta semana! No sabía ni que tenía tantos amigos en Facebook jajaja».