Ha comenzado la cuarta jornada de la Final del Challenge en Dubai y el golf español tiene enfocada la atención en un hombre, Antonio Hortal. El joven madrileño se enfrenta hoy a la posibilidad de rematar una jugada maestra.
Hace menos de siete meses acudió a jugar en Challenge de Catalunya, torneo en el que tenía entrada a través de una invitación de la Federación de Golf de Madrid. Porque esa era la cuestión: Hortal comenzó 2014 sin un hueco en ningún circuito de élite. Él tenía que agarrar la ocasión que tuviera y no soltarla, por ahí pasaba su jugada maestra… Y eso hizo. Ganó ese torneo y por tanto los derechos de juego en el Challenge, y dos semanas después terminó segundo en Madeira, con lo que en un abrir y cerrar de ojos, merced a este par de cheques suculentos, tenía casi la mitad del trabajo hecho pensando ya en meterse en el top-15 del ranking a final de año y obtener la tarjeta del European Tour. Su vida y carrera habían dado un giro de 180 grados…
Pero había que rematar la faena porque sólo estaba hecha la mitad de la prodigiosa travesía. Sumando aquí y allá llegaba a la semana definitiva, esta de Dubai, al límite: en el puesto 15º del ranking y con una jauría por detrás dispuesta a desbaratar el sueño.
Hoy sale a jugar en los últimos partidos después de realizar un trabajo casi impecable durante las tres primeras jornadas, manteniendo a raya e incluso aventajando a sus rivales. Una vez más hay que insistir: de poco le sirve sacar la calculadora, necesita ir a lo suyo y seguir sumando birdies, como el viernes, aunque sea bien cierto que ahora dispone de mayor margen de error que hace apenas 72 horas.
La jornada ha salido algo más tranquila en lo que se refiere al viento, aunque poco a poco se va levantando y además lo está haciendo con una peculiaredad: sopla casi en sentido contrario al que se ha dado durante toda la semana.
