Inicio Grandes Circuitos Challenge Tour Una charla para espantar los demonios camino del green del 9
Challenge Tour Grand Final | Javier Sainz se coloca líder en Alcanada

Una charla para espantar los demonios camino del green del 9

Compartir
Javi Sainz
Javi Sainz pega la salida en el tee del hoyo 15 en la primera jornada de la Final del Challenge. © Ten Golf

La imagen no puede ser más simbólica. Javi Sainz acaba de pegar su salida en el hoyo 17, un duro par 3 de 211 metros. Ha encañonado un fabuloso hierro 4. Lo saca por la izquierda, precioso, perfecto, ayudándose con el viento que viene de ese lado y la deja a un metro del agujero. «Qué tirazo, ¿no?», le dice divertido David Morago, su caddie y casi confesor desde hace ya algunas semanas.

En la calle, en ese mismo 17, a unos 50 metros del green, hay unas letras gigantes donde se lee Rolex Final. Lo lógico es rodearlas para seguir el camino al green, pero Javi toma una ruta alternativa. Mete su enjuto cuerpo por dentro de la letra O y la atraviesa. Esa es la imagen. Eso es lo que ha hecho hoy con su vuelta de 68 golpes. Se ha metido en la pelea por todo en la Final del Challenge Tour. Pelea por ganar el torneo y pelea por la tarjeta.

Lo cierto es que Javi ha desplegado hoy un gran golf. Apenas ha fallado un golpe en todo el día, la salida del 18, con la madera 3, y porque desde el principio no la veía, no estaba a gusto, no es un palo con el que ahora mismo se lleve bien. El resto ha sido un recital. No sólo ha pegado buenos golpes, sino que se ha sentido muy a gusto sobre la bola. Sin embargo, en toda ronda de golf que se precie hay momentos cruciales que deciden cómo va a terminar el día. Son momentos que marcan para bien o para mal. A Sainz le ha pasado en el hoyo 9…

El Puma de Laukariz venía de fallar un putt corto de birdie en el hoyo 7 para ponerse con dos bajo par y cometer un desagradable tripateo en el 8. Todos los tripateos son desagradables, pero este le sentó especialmente mal al jugador vizcaíno. Cayó el bogey y sin quererlo en su cabeza bullían de un lado a otro esos dos golpes de diferencia, el posible birdie del 7 y el posible par del 8.

La cabeza de Javi se empezó a llenar de los pensamientos menos adecuados. Acto seguido falló por mucho la salida en el 9. La mandó a la izquierda con hierro. Ahí estaba ya en el alambre. Pegó el segundo golpe, tampoco fue bueno y saliendo andando hacia adelante fustigándose. Justo en ese momento, salió al rescate Morago. Lo recondujo a la tierra, le recordó su situación y espantó los demonios con tres frases. «Me ha hecho mucho bien desde que trabajamos juntos. Me conoce muy bien. Cuando ve que voy a estallar, ya me está esperando y me frena. Hoy ha sido clave en ese momento. De no ocurrir eso, no sé cómo hubiera acabado», confiesa humilde y franco Sainz.

Después, claro que sí, ayuda que hizo el approach como pudo, ya que la bola estaba en una situación feísima, y sobre todo metió un putt de par de cuatro metros. Aquello fue mano de santo. El bálsamo de Fierabrás. El corazón y la cabeza regresaron a las pulsaciones habituales y llegó lo mejor de su repertorio. Cuatro menos en los últimos nueve hoyos y liderato empatado con Euan Walker (-4). Saldrá el viernes en el partido estelar.

Queda todavía mucho camino que recorrer, mucho que luchar, pero Javi ya ha hecho lo más difícil, se ha puesto en situación. Ahora toca mantener la cabeza fría y tratar de jugar los tres días que restan igual que ha hecho hoy. «No quiero pensar en la tarjeta, sólo quiero jugar tres días más como hoy, dándolo todo y donde llegue, llegué. No soy muy bueno lidiando con las expectativas, así que me toca estar tranquilo y seguir empujando», afirma reflexivo.

Resultados en directo del Challenge Tour Grand Final