Brooks Koepka conquistó este domingo el primer torneo de su carrera en el PGA Tour y se colocó en el puesto 19º del ranking mundial. El joven pegador nacido en Florida es, de momento, la gran irrupción de la temporada en Estados Unidos. Se habla de él, y mucho, hasta el punto de que aficionados, compañeros y expertos lo sitúan como uno de los principales candidatos a ganar un grande esta temporada.
No obstante, probablemente, más de un aficionado al otro lado del Atlántico ha descubierto ahora a un jugador que ya estaba ‘fichado’ desde hace tiempo en Europa, y más concretamente en el Challenge Tour. Su primer gran triunfo, de hecho, lo consiguió en España, en Tarragona, en el campo de La Graiera en el año 2012. Koepka no sólo ganó, sino que dejó credenciales de ser un jugador magnífico.
Siguió en el Challenge en 2013 y ganó en tres ocasiones, dando el salto directo al European Tour. Sin opciones de jugar en Estados Unidos, Koepka no dudó en buscar fortuna en Europa y seguir los pasos de su buen amigo Peter Uihlein. Aquella decisión resultó un éxito. «Si hoy estoy aquí con el trofeo del Waste Management Phoenix Open entre las manos es en gran parte gracias al Challenge Tour«, aseguró.
Koepka se formó como jugador en el Challenge y su historia ha inspirado a muchos otros jugadores jóvenes de Estados Unidos, que han visto en este circuito el mejor banco de pruebas para el asalto definitivo al circuito americano. «Nunca pensé que llegaría tan rápido a ganar en Estados Unidos, pero se lo debo al Challenge Tour y al European Tour. He aprendido mucho allí, especialmente de los errores», explicó.
Apenas han pasado dos años y cuatro meses de que ganara aquel último fin de semana de septiembre en La Graiera. En aquel torneo, por cierto, estaban, entre otros, Alexander Levy, Chris Doak, Jordi García Pinto, Mikael Lundberg, Magnus Carlsson, Matthew Nixon, Marco Crespi, Eduardo de la Riva, Gary Stal o Pedro Oriol, jugadores ahora en el European Tour y muchos de ellos ganadores.
