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La victoria de Borja Virto en tres historias

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Borja Virto © Golffile
Borja Virto © Golffile

Borja Virto saborea la victoria en el The Foshan Open en algún lugar del espléndido complejo de Jumeirah en Dubai. El Challenge Tour ha organizado un Pro-Am este miércoles en el emirato y lo ha dispuesto todo para que los jugadores puedan entrenar y descansar antes de la gran Final de Omán de la próxima semana sin necesidad de tener que volver a casa. Sería una paliza soberana regresar de China a, por ejemplo, España, y volver a Omán este lunes.

Virto atiende a Ten-Golf mientras trata de recomponer el cuerpo tras una dura semana y un viaje agotador. «Estoy muy contento. Me jugaba mucho en China porque llegaba en el puesto 15º del ranking, justo en el límite de los que conseguirán la tarjeta, y sabía que entre el Foshan y la Final de Omán se iba a mover mucho la clasificación. Ganar y conseguir el objetivo de una tacada ha sido fantástico», señala el navarro, que ocupa ahora mismo el tercer puesto en el ranking del Challenge.

Un triunfo siempre es especial, pero mucho más cuando tiene un calibre como el del pasado domingo y si, además, va tu padre a los mandos de la bolsa. Es la primera de las tres historias que el pamplonica se trae de Foshan.

La presencia de José Ángel Virto en China tiene algo de casualidad, pero no todo. La pareja de baile habitual de Borja es Xaloni, un caddie sudafricano al que le gusta que le llamen ‘Lucky’, puesto que nadie es capaz de pronunciar correctamente su nombre de origen zulú. El golfista español se encuentra muy a gusto trabajando con él, pero el viaje a China era muy complicado. «No era fácil para él conseguir el visado, era un desplazamiento muy caro y, además, mi padre tenía la ilusión desde hace mucho tiempo de viajar a China. Hace algunas semanas que lo hablamos. Sería él quien me acompañaría y salió fenomenal», explica.

La presencia de José Ángel es garantía de éxito. Es más, podría decirse que forman una dupla de granito. «La primera vez que vino conmigo como profesional fue en el Alps Tour de Las Castillas, el año pasado, y gané. Después, vino conmigo en la segunda fase de la Escuela del European Tour y acabamos cuartos y la semana pasada fue la tercera vez», recuerda. Hay algo especial. «No sabría decir qué es, la verdad, pero está claro que lo voy a tener que contratar a tiempo completo», afirma entre carcajadas.

El padre de Borja lleva mucho tiempo jugando al golf y lo practica cada vez que su trabajo se lo permite. Es más, fue él quien inició a su hijo en este deporte cuando tenía seis años. «Le encanta el golf, le apasiona y entiende mucho. Ha visto mucho golf y llegó a ser hándicap seis o siete. No es que me diga nada especial cuando vamos por el campo, pero sí es cierto que juego muy a gusto con él a mi lado», explica.

La segunda historia del triunfo en Foshan tiene que ver con la vestimenta de Virto el domingo. Tal y como ocurrió en Eslovaquia, en su primer triunfo en el Challenge, Borja lució en China pantalón y polo verde en la última jornada, unos colores tan originales como poco habituales. El verde tiene una explicación. «Sí que la tiene», afirma. «Todo empezó en un Alps del año pasado en Italia. Durante el Pro-Am jugué con una persona que acababa de lanzar una marca de ropa y que quería introducirse en España. Me propuso llevar su firma y me pareció estupendo. Me mandó un par de polos y dos pantalones, una rojo y otro verde. La primera vez que jugué con el verde hice siete bajo par y en la segunda jornada de la Final de la Escuela del European Tour, tras un mal inicio en la primera jornada, me acuerdo que entre mi caddie aquella semana, Carles Pérez, y yo, dijimos que para el segundo día llevaría el pantalón verde, el del -7… y firmé una tarjeta de siete bajo par. Desde entonces, este pantalón se ha quedado con la etiqueta del siete menos y me lo pongo siempre los domingos. Antes lo llevaba con un polo blanco con el cuello verde, pero la semana de Eslovaquia me lo puse con uno verde entero, gané y desde entonces juego todos los domingos, esté como esté en la clasificación, voy vestido de verde entero», afirma. Lo más gracioso de todo es que Borja asegura que «ni siquiera me gusta mucho el verde, pero funciona. Sí es el color favorito de mi novia, y ayuda, pero no me lo pongo por eso». La firma de ropa es Berignano.

La tercera historia de la victoria de Virto en Foshan tiene que ver con la presión. El navarro está demostrando comportarse de una manera ejemplar cuando más aprietan los nervios. La semana pasada dio una lección. Llegó en el puesto 15º del ranking y lideró el torneo de principio a fin. Excepcional. Borja asegura que no hay una varita mágica detrás, aunque tiene sus propios recursos. «Creo que no es nada especial. Diría que lo he ido aprendiendo de situaciones y experiencia anteriores, de vivir momentos parecidos y haberla pifiado antes. Las victorias del año pasado en el Alps fueron muy importantes y ayudaron mucho, pero creo que el momento clave fue en la última ronda de la Final de la Escuela del European Tour el año pasado. Jugué el hoyo 18 convencido de que debía hacer birdie para asegurar la tarjeta… y lo hice. Cuando estoy en una situación parecida de presión busco aquella sensación. Ganar siempre está bien, pero no hay una sensación más reconfortante que hacerlo cuando estás bajo máxima tensión», señala.

Virto demuestra una madurez extraordinaria tanto dentro como fuera del campo. Sobre la presión, asegura que trabaja con un psicólogo de Pamplona que se llama Luis Astrain. «Hablamos mucho y llegamos a conclusiones juntos. Me gusta su método porque no trata de imponer nada. Respecto a la presión, acabé dándome cuenta de que existe, que en momentos cruciales siempre habrá tensión y nervios y que hay que convivir con ellos de la mejor manera posible. Todos tienen nervios el domingo cuando hay algo en juego. Antes, trataba de controlarlo, intentaba no ponerme nervioso o negar la presión y al final terminaba por desconcentrarme. La presión existe y hay que vivir con ella», sentencia.

La semana que viene se juega la Final de Omán y Borja tendrá la opción de acabar el año como Número Uno del ranking del Challenge. La temporada está hecha y, por supuesto, no será ninguna decepción si no acaba en todo lo alto. Ahora bien, como el objetivo se ponga a tiro, que nadie dude de que este navarro se lanzara a por él con todas sus fuerzas.