Antonio Hortal ha llegado a la Final del Challenge de Dubai justo en el ojo del huracán, ocupando el puesto 15º del ranking del Challenge y por tanto haciendo equilibrismo sobre la línea que separa la gloria de todo lo demás…
Su temporada, hay que reconocerlo, ya es de sobresaliente, teniendo en cuenta de dónde venía, pero llegados a este punto en semejante situación (el top-15 del ranking obtiene la tarjeta del cicuito europeo), lo suyo es optar a la Matrícula.
Un mandamiento por encima de todos las demás: sería absurdo ponerse a hacer números en su caso. La realidad antes de comenzar el torneo dicta que a Hortal le pueden adelantar los treinta jugadores que parten por detrás de él y las cábalas y combinaciones serían infnitas. A partir de aquí, y después de analizarlo con el propio jugador, las máximas o siguientes mandamientos son:
2. Más que nunca toda la concentración debe focalizarse en cada uno de los golpes. Nada de mirar clasificaciones durante el juego. Cualquier error tiene solución.
3. Agresividad. Es un campo en el que se puede atacar y, mientras no se demuestre lo contrario, esta debe ser la actitud. Una postura demasiado conservadora de inicio en su posición podría ser fatal.
4. Nervios, los justos, porque aunque lo parezca no se está jugando la vida. Los méritos acumulados durante la temporada ya van a tener su premio, seguramente. Y hay un caso que lo confirma, el de Daniel Im hace justo doce meses. El norteamericano terminó en el puesto 17º del ranking tras la Final de Dubai, después de una mala semana en el Al Badia Golf Club, donde terminaba muy abajo (33º de los 45 finalistas). Pues bien, con ese 17º puesto adquirió una categoría que en este año 2014 le ha permitido jugar veinte torneos en el circuito europeo.
