El Madeira Islands Open afronta su segundo intento, tras la suspensión del torneo el pasado mes de marzo por culpa del mal tiempo. Esta cita, un híbrido del European Tour y Challenge Tour, es vital para el futuro a corto, medio y largo plazo de muchos jugadores. Así ha sido siempre, puesto que un triunfo concede la tarjeta del circuito europeo automáticamente para lo que resta de año y el año siguiente, en un torneo donde se supone que hay algo menos de nivel del habitual. En él se dan cita buena parte de los jugadores que aun tienen trabajo por hacer esta temporada en el European Tour para mantener sus derechos, además de buena parte de la nómina habitual del Challenge Tour, que se enfrenta a la posibilidad de dar el salto automático a la primera categoría o de mejorar decisivamente su posición en su circuito.
Si miramos al Challenge Tour, se trata del torneo con mejor dotación del año, asumiendo incluso que para la Road to Oman sólo cuenta un 75 por ciento del cheque. Por ello, hay dos casos significativos. A Nacho Elvira le bastaría un quinto puesto esta semana en el Clube de Golf Santo da Serra para asegurar la tarjeta del European Tour en 2016 a través del ranking del Challenge. Borja Virto, por su parte, necesitaría un segundo puesto para el mismo objetivo, aunque incluso con el tercer puesto dejaría la meta a tiro de piedra.
En estos momentos sólo el actual líder de la Road to Oman, Ricardo Gouveia, se ha asegurado ya a través del Challenge Tour la tarjeta para el European Tour 2016.
Más casos concretos de españoles presentes en la cita: Adrián Otaegui aseguraría la carta del European Tour con un segundo puesto y Carlos del Moral prácticamente también, mientras que Pedro Oriol la dejaría muy bien encaminada con esa misma posición.
Además están presentes Jordi García Pinto, Carlos Aguilar, José Manuel Lara, Borja Etchart, Antonio Hortal, Álvaro Velasco, Carlos Pigem, Emilio Cuartero y Javier Ballesteros. Todos ellos, por supuesto, pueden dar un impulso decisivo a sus carreras a corto, medio o largo plazo.
