Inicio Grandes Circuitos Challenge Tour Manuel Elvira: «Subir al DP World Tour sin ganar no sería ningún...
El cántabro, segundo en la Road to Mallorca, tiene a la vuelta de la esquina su gran desafío

Manuel Elvira: «Subir al DP World Tour sin ganar no sería ningún fracaso»

Compartir
Manuel Elvira
Manuel Elvira, en un torneo del Challenge esta temporada.

Cautela, tranquilidad y fiabilidad. Manuel Elvira está completando un temporadón en el Challenge Tour y, aunque el baremo de clasificación ha variado (el año pasado valían los euros y éste marcan el paso los puntos), tiene medio atado el billete al DP World Tour, pues es segundo en la Road to Mallorca con 835 puntos con casi 500 de margen sobre el vigésimo primero (entran directos los 20 mejores) y dispone de medio curso aún por delante. Pero el cántabro de 26 años es cauto. No lanza las campanas al vuelo pese a que la meta está a la vuelta de la esquina.

El balance a mitad de la evaluación, por tanto, es más que positivo para Elvira, que se ha tomado esta semana de receso antes de un julio atareado en el que puede certificar su ascenso a la primera división: «Muy bueno. He pasado 12 cortes de 13 y he estado seis veces en los últimos partidos para ganar el domingo, así que si me lo llegan a decir a principio de año, diría que está siendo un inicio de temporada soñado», resume el número dos del ranking.

Tranquilidad y buenos alimentos. Ya lo ha dicho él. En casi la mitad de sus torneos ha tenido opciones de victoria. Es una auténtica locura. Pero aún no ha caído, sí tres segundos puestos (The Challenge, Kaskáda y Open de Bretaña). No pasa nada. Paso a paso. «De momento no me obsesiono. Es cierto que en Abu Dhabi, en un domingo bastante aciago, se me pasó por la cabeza si no estaba hecho para ganar y tal, pero después me he vuelto a dar otras tres oportunidades y estoy más pendiente de hacer mi juego porque tarde o temprano caerá, pero sin obsesionarme. Si juego a mi nivel, me seguiré dando opciones y si gano, bienvenido sea, pero lo importante es coger puntos y el objetivo sigue siendo jugar el European Tour el año que viene», recalca.

Manuel Elvira
Manuel Elvira.

No obstante, sí admite Manuel, Manu o Manolín (a gusto del consumidor) que algunas veces le pesó la presión, le tembló todo cuando estaba ahí arriba: «Las primeras veces lo podría atribuir un poco a los nervios de no haberme visto nunca en esa situación pero en estas últimas sinceramente es que el deporte es así. El domingo pasado iba jugando muy, muy bien en Bretaña, centrándome mucho en mí mismo, no en lo que hacían los demás, y desgraciadamente en el 16 pegué un golpe que tampoco era malo y se metió en un arbusto, no la encontré y cayó un doble bogey, pero lo tuve ahí hasta el final. Las primeras sí podían ser por nervios porque este deporte es muy complicado. Pero lo importante es darse oportunidades constantemente», añade Elvira, quien insiste en no agobiarse lo más mínimo en caso de no triunfar, aunque sería un pelotazo, claro: «Viendo cómo estoy jugando, ganar un torneo sería otro reto, pero el desafío principal es sacar la tarjeta del Tour y si lo hago sin llevarme ningún torneo, no lo voy a considerar un fracaso ni mucho menos».

De las tres platas, ¿cuál escoció más? «La de Abu Dhabi porque hice un domingo muy malo. En Kaskáda, el domingo jugué bien pero Lorenzo Scalise, que también llevaba un gran año, estuvo mejor y en Bretaña iba jugando bien excepto un hoyo, pero me lo tomé con filosofía y en cuanto terminé me dije que otros 180 puntos más para el ranking y prácticamente, sin querer gafarlo, es la tarjeta del European Tour», cuenta Manu, que ha mejorado mucho la parcela psicológica y eso se nota en el ranking: fue 101º de la Road to Mallorca en 2021, 52º en 2022 y segundo en 2023. «Ha sido sobre todo un tema mental. Estoy jugando mejor pero el cambio ha sido más mental a la hora de aceptar más los fallos, de que todos vamos a tener errores y esta semana pasada ha sido un claro ejemplo. Empecé con un 10 el viernes después de tres birdies el jueves y fue uno de esos momentos de decir ‘o tiras la toalla o tiras adelante’ e hice lo segundo», zanja Elvira, que tras el 10 en su quinto hoyo de la primera ronda en Francia hizo un parcial de -10 en las 67 banderas en el resto del torneo…

Y fiabilidad absoluta. Manolín sólo se quedó fuera del fin de semana en Holanda y por los pelos, lleva seis top ten y sólo en dos ocasiones acabó más allá del puesto 30. Eso se llama consistencia y solidez: «En el Challenge es muy importante ir pasando cortes y sumando, pero si quieres ganar puntos de verdad hay que quedar entre los cinco primeros por cómo están distribuidos los puntos y gracias a Dios lo estoy consiguiendo, aunque pasar cortes siempre es importante para darte la oportunidad de poder quedar entre los cinco primeros”, asegura el joven golfista de la Real Sociedad Hípica de Madrid que empezó a trabajar la técnica en 2022 con Alfredo Gutiérrez (tío de Iván Cantero), el entrenamiento físico lo lleva Guillermo Luna y Ricardo de la Vega, la parcela psicológica.

«Todo el mundo va con el cuchillo entre los dientes en este circuito, siempre a cara de perro»

Elvira sobresale en el Challenge frente a nombres ilustres del golf: Manassero, Pavan, Tom Lewis, Karlberg, Hebert, Nienaber, Paratore, Laporta, Quirós, Bjerregaard… Vaya nivelazo. «Todo el mundo va con el cuchillo entre los dientes en este circuito, no te puedes relajar en ningún momento porque todos queremos lo mismo. Los que han bajado quieren volver al DP World Tour, los que llevan unos años en el Challenge quieren subir y todos van a cara de perro, no puedes bajar los brazos ni rajarte en ningún momento del año», advierte Manu, que va sin caddie por los torneos y él mismo se lleva la bolsa, «algo cada vez más común en este circuito».

Su hermano Nacho, ganador de un torneo en el DP World Tour y cuatro veces en el Challenge, nunca intentó disuadir a Manu, licenciado en Finanzas en Estados Unidos, para que se dedicara a la economía en lugar de al golf, a menudo tan ingrato: «No. Toda mi familia nos ha apoyado siempre a los dos para perseguir nuestros sueños, obviamente sabiendo los riesgos que entraña el golf y lo complicado que es, pero nunca nos dijeron por qué no considerábamos otra ruta; es más, posiblemente haya habido más comentarios por nuestra parte por la frustración de fallar cinco cortes y pensar si vales para esto que por la de ellos. Y Nacho siempre ha sido un apoyo, tanto si juego bien como si lo hago mal. Tengo la suerte de tenerlo en casa y es un modelo al que aspirar», afirma.

«Mi hermano nacho es un modelo al que aspirar y sería un sueño jugar juntos en el circuito europeo»

Su gran sueño sería que los dos jugaran una Ryder Cup, pero entre sus deseos más terrenales está coincidir en el DP World Tour, donde Nacho tendrá que pelear por mantener la tarjeta, ya que ocupa el puesto 174 de la Race to Dubai. ¿Está preocupado por su juego? «Bueno, siempre existe esa preocupación, pero esto es golf y nunca sabes en qué momento te puede cambiar el año. Puedes estar jugando mal, de repente tienes una semana iluminada y haces un segundo o incluso ganas y el año da un vuelco. Este deporte se trata de seguir llamando a la puerta. Lógicamente jugar los dos en el Tour sería un sueño cumplido. Él es muy bueno, tiene un juego espectacular y ahora le está faltando creérselo un poco. Pero es verdad que el golf te da y te quita la confianza muy rápido», apunta Manolín, que tiene en Víctor Pastor a su gran amigo y compañero de fatigas: «Comparto cada semana con él desde el año pasado. Viajamos juntos, cogemos apartamentos, nos cocinamos nuestras comidas y nuestras cenas y estamos ahí la mar de a gusto».

Tras un intenso primer semestre, toca recargar pilas en casa y ya desde el lunes de nuevo con el petate y la bolsa de golf a cuestas en busca de amarrar la bendita tarjeta del DP World Tour: «Me voy a Italia, luego juego en Austria y en Alemania, y depende de cómo vayan esas tres primeras semanas veré si voy a Irlanda«. Si lograra el objetivo, se plantearía competir en alguna cita del Circuito Europeo, donde debutó a finales de 2022 en Mauricio: «Por mi categoría entré en algunos torneos más a comienzos de temporada, pero decidí centrarme al cien por cien en el Challenge porque no quería perderme ningún evento y, si consigo cerrar la tarjeta en las próximas semanas, ya sí pensaré en jugar alguna cita del Tour para ir calentando».

Desde luego, el trabajo está casi hecho y si todo va rodado en julio, podrá celebrar su cumpleaños el 14 de agosto, víspera de festivo, por todo lo alto.