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Mikkelsen, otro que desafía las leyes establecidas

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Apostar a que Joakim Mikkelsen iba a hacer hoy un 63 en la primera jornada del Challenge de Catalunya era algo así como jugarse un Ferrari en una tómbola, con media papeleta en el bolsillo y más un millón vendidas. Pues bien, ha triunfado la media papeleta…

Su vuelta, récord del campo de Lumine, le otorga, por supuesto, el liderato del torneo con un total de -8, pero sobre todo supone un nuevo desafío a la lógica, el enésimo en este bendito deporte. Mikkelsen es un noruego de 24 años que andaba en los últimos meses preguntándose cada día qué hacer con su vida. Formado en Estados Unidos, en la Universidad de Baylor, donde ganó dos torneos, no tiene ningún tipo de tarjeta. Intentó en 2012 el asalto al PGA Tour, pero se quedó en la final de la Escuela. Lo volvió a intentar en 2013, ésta vez en la del Web.com Tour, pero se quedó en las semifinales. Así las cosas, no ha jugado una vuelta de competición de máximo nivel, precisamente, desde la penúltima fase de la Escuela del Web.com, en Texas, hace ahora cinco meses.

Mikkelsen recibió la invitación para el Challenge de Catalunya como agua de mayo. Es lo bueno de tener un torneo en Noruega, que abre las puertas a tu federación para conseguir alguna invitación a lo largo del año. Las expectativas, se pueden imaginar, no eran muy altas, mucho menos para batir el récord del campo con ocho birdies y ningún bogey. Pero ya ven, primera vuelta de competición a máximo nivel en 2014 y 63 golpes. ¿Tiene lógica? Poquita…

Así lo explicaba el danés: “he jugado de maravilla y aún así me he dejado algún birdie por el camino. Es un campo que le va bien a mi juego aunque vine sin expectativas, porque es la primera vuelta de competición que juego desde noviembre. Mi forma de patear es consecuencia de muchos malos momentos con el putter, empecé a practicar con una mano en el putting green y decidí que, si ahí me iba bien, ¿por qué no en el campo? ¡Y me está yendo bastante bien!”.

El noruego tiene un golpe de ventaja sobre el francés Adrien Saddier, jugador con tarjeta del circuito europeo que ya demostró que puede volar muy bajo cuando acabó sexto en el Nelson Mandela de Sudáfrica, a principios de la temporada.

En cuanto a la Armada, numerosa y potente en Lumine, está liderada por el madrileño Jacobo Pastor (-5), que ha firmado una vuelta de 66 golpes, libre de errores, y se encuentra en el puesto quinto, junto a algún clásico del European Tour como Maarten Lafeber. Pastor, que anda buscándose la vida en el PGA Tour Latinoamérica, por segundo año consecutivo, desea hacer carrera en Europa y está decidido a aferrarse con uñas y dientes a oportunidades como ésta del Challenge de Catalunya. “Estoy muy contento sobre todo por no haber cometido errores. Salí por el 10 y fallé el birdie pero lo emboqué desde 4 metros en el 11. El 13 fue una pena, hice 3 putts y salvé el par. He jugado muy sólido, dejando la bola en green y acabé los 9 primeros con un buen birdie en el 18. Por los segundos, la dejé muy cerquita en el 1 y 2 para birdies, luego he ido cogiendo greenes no teniendo que salvar el par salvo en el hoyo 4, en el 7 he metido un putt corto para birdie y en el 8 un puro desde 9 metros que me ha dado la vida. Este año estoy trabando con Miguel Cantero e Ismael del Castillo y estoy contento, jugando bien pero pateando mal. Me he traído 3 putts a Lumine, he sacado el que más suelo utilizar y, de momento, se queda en la bolsa para mañana”, aseguraba Pastor.

Bien colocados en el top 25, con -3, están Juan Antonio Bragulat, Pedro Oriol y Toño Hortal. Los tres han acabado la ronda disparados, con un eagle el primero, dos birdies el segundo y un birdie más el tercero.

Las fuerzas están muy igualadas en este arranque de torneo, aunque han predominado los birdies. En cinco golpes hay nada menos que 45 jugadores. El corte provisional se ha situado, de momento, en -1, con trece españoles dentro, casi la mitad del contingente.

Mañana, eso sí, se espera un día bien distinto. En principio, la previsión anuncia el peor día de viento de la semana en Lumine, y este campo tarraconense se transforma como un calcetín cuando aparece algún atisbo del dios Eolo. Resultados.