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Golf y Gastronomía | El maestro Javier Oyarbide nos cocina a fuego lento el Challenge de Madrid: Comenzamos con los entrantes

Nunca pierdan de vista la ladera del Monte Abantos…

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Muy cerca de Madrid y adornado por el Monasterio Del Escorial tenemos el Real Club de Golf La Herrería. Fundado en 1966, este año celebra su 50 Aniversario con una multitud de acontecimientos como merece este cumpleaños.

Ayer, Enrique Gil (Director General y Gerente) y Fernando Blanco (Director Deportivo del Club), me enseñaban orgullosos un mensaje en twitter de uno de los jugadores extranjeros que van a disputar el torneo del Challenge Tour que se celebrará esta semana aquí, en el que se veía un video del jugador dando un golpe en el hoyo 8 con el Monasterio del Escorial al fondo y donde venía a decir: «una de las muchas razones por la cual este campo es Royal».

Este es el primer campo que pisé cuando tenía alrededor de diez años. La Herrería es uno de los campos más bonitos y técnicos de jugar que yo conozco. Par 71, aunque los profesionales lo jugarán como par 70, puesto que el hoyo 15 lo han convertido en par 4.

Aquí, y de la mano de Mariano Aparicio, empecé a dar mis primeras bolas, aquí me federé y aquí me dieron mi hándicap. Mariano me inició y en la actualidad sigue enderezando mis defectos, mejorando mi juego y transmitiéndome infinidad de consejos acerca de cómo jugar este campo.

Hoy es el día del Pro-Am y para los amateurs que no lo conozcan voy a darles unos pequeños trucos que Aparicio me ha ido enseñando:

– Hace ya mucho tiempo que realicé mi mejor vuelta aquí (78 disparos). Curiosamente, no me acuerdo por qué razón ese día no llevaba el driver en la bolsa, pero así sucedió. Más vale precisión y colocación que distancia en este campo.

– Hay varios hoyos que en el golpe a green más vale jugar corto que ir a por una bandera que esté al fondo, porque si nos pasamos tendremos problemas y supondrá un lastre a nuestra tarjeta: Los hoyos 2, 8, 9, 11, 12 y 17 tienen esta característica.

– Ante la duda en la caída de los greenes, siempre hay que mirar hacia la línea de la ladera del Monte Abantos y que ésta sirva de referencia.

– Atacar el green del hoyo 8 desde la derecha de la calle o incluso desde el rough, puesto que tiene forma de lengua estrecha y es muy difícil parar la bola.

– Mucho cuidado con los greenes de los hoyos 5, 6, 7, 11 y 15. Si pateamos cuesta abajo la bola quedará más lejos de donde estaba.

-Durante estos apasionantes días de competición les ofreceré un menú para conmemorar la celebración de este torneo y el cincuentenario del Club. Hoy empezamos, como no podía ser de otra manera, con los ENTRANTES:

TARTALETA DE BERUJAS CECINA Y PARMESANO

Lavar bien las berujas.

Picar finamente la cecina y rallar el queso parmesano.

Mezclar en un bol y aliñar con aceite de oliva virgen, sal, pimienta negra, vinagre balsámico, unas gotas de limón y un toque de soja.

Rellenar las tartaletas (que han de ser lo más crujientes posible) y adornar con una delgada lasca de parmesano encima.


 

SALMOREJO CON VENTRESCA DE BONITO

Preparar un salmorejo a base de pan, tomate, pimiento rojo, aceite de oliva virgen y sal. Darle una textura muy cremosa pasándolo por un chino o un cedazo.

Desmigar la ventresca de bonito.

Presentar en un cuenco o vaso pequeño con la ventresca por encima.


 

MEDALLÓN DE MERLUZA CON PIQUILLOS AL PIL-PIL

Cortar un lomo de merluza en pequeños medallones. Salarlos con un poco de antelación a freírlos.

Limpiar de pepitas los piquillos, cortarlos en tiras de 1cm de anchura y freírlos a fuego fuerte durante 10 min. Bajar el fuego e irles añadiendo aceite de oliva y agua fría, poco a poco, hasta que se forme una crema que los amalgame.

Pasar la merluza por harina (poca) y huevo batido y con el aceite caliente freírla prácticamente fuera del fuego para que quede jugosa.


 

* Javier Oyarbide (Premio Nacional de Gastronomía 2001), hijo de los fundadores de Príncipe de Viana y Zalacain, nació entre fogones y cacerolas. Emprendió su andadura en la hostelería en el año 1988 y lo compaginó con el catering desde mitad de los años 90, habiendo realizado y coordinado eventos de todo tipo, además de haber dirigido el Restaurante Zalacain (3 estrellas Michelín en la época que él allí estuvo) y siendo propietario y director de Príncipe de Viana. Es socio de La Herrería.