Pedro Oriol (-14) ha vuelto a jugar bajo par, ha vuelto a bajar de 70 golpes, ha vuelto a rubricar una magnífica ronda en el KPMG Trophy de Bélgica y lo único que ha cambiado es que ya no es líder del torneo. A falta de 18 hoyos, el madrileño está segundo a un solo golpe de Francesco Laporta (-15).
No enciendan ninguna alarma, más bien al contrario. Oriol está muy tranquilo porque está jugando bien y, sobretodo, no se está dejando nada en el campo, ni una sola gota sudor.
Así las cosas, la pérdida del liderato no cambia la estrategia. “No puedo reprocharme nada. Hoy he jugado muy bien, mejor que ayer por momentos y lo he dado todo. Es lo mismo que voy a hacer mañana domingo y ya veremos hasta dónde llegamos”, aseguraba a Tengolf poco después de firmar la tarjeta.
Oriol comparte la segunda plaza con un veterano como David Dixon tras rematar una vuelta con un solo bogey, dos birdes y un eagle tras pegar una salida descomunal en el hoyo 2. Su marcha en el Royal Waterloo de Bélgica está siendo fantástica. En 54 hoyos sólo ha cometido tres bogeys. Está más que preparado para la batalla final. Y el escenario, para una batalla, no puede ser mejor.
Y será una batalla, porque la clasificación está verdaderamente apretada. En apenas cinco golpes se amontonan un total de 16 jugadores. Todo puede ocurrir este domingo.
No está a cinco golpes, pero tampoco deberían perderlo demasiado de vista a Scott Fernández (-8). El granadino ha vuelto a jugar de manera excelente al golf. Ha hecho 68 golpes y se ha colocado en el top 25. Está lejos de los líderes, muy lejos. Para optar a la victoria tendría que lograr una vuelta con tintes épicos. Pero hay otras muchas batallas importantes más allá de la victoria. Scott está muy bien colocado en la Road to Oman, y todo lo que sea sumar esta semana será muy positivo.
En cuanto al resto de españoles, aún tienen mucho que decir Jordi García Pinto (-6), Mario Galiano (-5), Carlos del Moral (-4) y Juan Sarasti (-3). Es cierto que están atrás en la tabla, pero en golpes no es tanta la diferencia y el botín puede ser considerable mañana.
